Santiago. Sin importar que sea una zona donde se producen deslizamientos de tierra, son cada vez más las personas que hacen mudanzas en lugares de alto riesgo en Santiago.La vivienda, que desde hace seis meses aloja a María Martínez junto a sus tres hijos, aún no ha sido terminada. La casa de madera y zinc fue levantada en la entrada en el barrio Las Cayenas, comunidad creada por dominicanos y haitianos en toda la ribera del río Gurabo. Los nuevos deslizamientos amenazan no solo las casas construidas recientemente, sino que afectan los aproches del puente Gurabo de la avenida Estrella Sadhalá, a escasos metros de la empresa Radio Centro.
“Yo no tenía adónde ir, mi esposo que tiene un negocio de fritura decidió que tomáramos ese terreno y así comenzamos a construir la casita”, apuntó Martínez al hablar con reporteros de elCaribe.
Temores
Debido a que los deslizamientos de tierra habían destruido el callejón que servía de paso y hasta la verja perimetral de Radio Centro, tanto la empresa como los comunitarios se unieron para iniciar el proceso de relleno y construcción de especies de muros.
Tan solo en el callejón que comunica con Las Cayenas viven 70 familias. Todas corren el peligro de morir ante posibles deslizamientos. Isabel Reyes lleva ya varios años residiendo en una casa a escasos metros de un barranco.
Teme que con las lluvias pueda correr la misma suerte de sus vecinos del barrio Los Santos, donde ya varias viviendas han colapsado.
“Yo solo espero la mano amiga de las autoridades para que puedan sacarnos de las condiciones en que vivimos. Cada noche que pasa solo pienso en que no suceda nada y que mis hijos no mueran bajo tierra”, indica Reyes.
Varias familias de nacionalidad haitiana, que levantaron sus viviendas en la ribera del río Gurabo, temen que los hundimientos que se producen los dejen sepultados. Muchos llegaron desde Puerto Príncipe con el terremoto de enero del 2010 que dejó miles de víctimas mortales y una infraestructura destruida.
Zonas peligrosas
En Santiago existen 50 zonas de alto riesgo, según la Defensa Civil y pese a las advertencias, cada vez las autoridades son más permisivas.
Tan solo en Cienfuegos han sido creados en los últimos meses tres barrios improvisados en terrenos invadidos por familias pobres que provienen de distintos puntos del Cibao.
El pasado año el alcalde Gilberto Serulle se presentó al Hoyo de Julia, donde 90 familias sufrieron la embestida de la cañada y aunque prometió sacarlos mediante un plan que incluiría alojamiento en lugares seguros, todavía los que viven debajo del puente esperan que sea cumplida la palabra empeñada del ejecutivo municipal.
Enfermedades, como el cólera y afecciones de la piel, son comunes en esta barriada.
En el barrio El Ejido comienzan a mudarse
Las 49 familias, que perdieron sus casas por un fuego el pasado año, comenzaron a mudarse en la misma zona, pese a la advertencia de peligro que por años vienen haciendo los organismos de socorro.
La barriada fue construida por desplazados en un barranco.
Aunque los afectados pedían ser reubicados, tan solo recibieron en los primeros días ajuares, mosquiteros y raciones alimenticias de parte de la Gobernación Provincial y el Plan Social de la Presidencia que dirige Emigdio Sosa.
