Ideario revela a Duarte como un hombre de gran formación social y política

El “Ideario de Juan Pablo Duarte”, un puñado de apuntes sueltos sobre diferentes temas, revelan la vasta formación política y sensibilidad social del patricio, lo que hace afirmar que fue uno de los dominicanos más

El “Ideario de Juan Pablo Duarte”, un puñado de apuntes sueltos sobre diferentes temas, revelan la vasta formación política y sensibilidad social del patricio, lo que hace afirmar que fue uno de los dominicanos más preclaros de su época.Cuestiones como la solidaridad, la no retroactividad de las leyes, la no discriminación, su admiración al coraje y determinación del pueblo haitiano en la lucha por su independencia, y la idea de una nación libre e independiente, quedan manifiestas en su “Ideario”, compilado por el historiador Vetilio Alfau Durán.

De su Ideario, encontramos que Duarte siempre le pidió a Dios concederle bastante fortaleza para no descender a la tumba sin dejar la patria libre, independiente y triunfante. Esto, porque para él “Vivir sin patria es lo mismo que vivir sin honor”.

Pero construir la patria implicaba un trabajo perseverante, por eso señala que “No he dejado ni dejaré de trabajar en favor de nuestra santa causa haciendo por ella, como siempre, más de lo que puedo; y si no he hecho hasta ahora todo lo que debo y he querido, quiero y querré hacer siempre en su obsequio, es porque nunca falta quien desbarate con los pies lo que yo hago con las manos”.

Pero además, la patria, a su juicio, era responsabilidad de todos y el mejor regalo que se le podía hacer a las generaciones posteriores: “Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos. Trabajemos, trabajemos sin descansar, no hay que perder la fe en Dios, en la Justicia de nuestra causa y en nuestros propios brazos”.

Nación solidaria y filántropa

Para Juan Pablo Duarte “La nación dominicana es la reunión de todos los dominicanos. La nación dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás parte integrante de ninguna otra potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia ni mucho menos extraña”.

Esa nación debía ser solidaria, filántropa, ante todo: “La nación está obligada a conservar y proteger por medio de leyes sabias y justas la libertad personal, civil e individual así como la propiedad y demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen; sin olvidarse para con los extraños, a quienes también se les debe justicia, de los deberes que impone la filantropía”.

Pueblo haitiano y la independencia

Aunque estaba totalmente convencido de que “Entre los dominicanos y los haitianos no es posible una fusión”, Juan Pablo Duarte nunca dejó de admirar al pueblo haitiano, e incluso, su revolución libertadora fue, precisamente, fuente de inspiración suya:

Yo admiro al pueblo haitiano desde el momento en que, recorriendo las páginas de su historia, lo encuentro luchando desesperadamente contra poderes excesivamente superiores, y veo como los vence, y como sale de la triste condición de esclavo para constituirse en nación libre e  independiente. Le reconozco poseedor de dos virtudes eminentes, el amor a la libertad y el valor; pero los dominicanos que en tantas ocasiones han vertido gloriosamente su sangre, ¿lo habrán hecho sólo para sellar la afrenta de que en premio de sus sacrificios le otorguen sus dominadores la gracia de besarles la mano?

Y a seguidas señalaba: “Si los españoles tienen su monarquía española, y Francia la suya francesa; si hasta los haitianos han constituido la República Haitiana, ¿por qué han de estar los dominicanos sometidos, ya a la Francia, ya a España, ya a los mismos haitianos, sin pensar en constituirse como los demás?”

Contra el proteccionismo

Duarte creía en una nación libre, independiente, y se opuso a toda forma de proteccionismo, denunciando a quienes buscaban la protección de potencias extranjeras:

“En Santo Domingo no hay más que un pueblo que desea ser y se ha proclamado independiente de toda potencia extranjera, y una fracción miserable que siempre se ha pronunciado contra esta ley, contra este querer del pueblo dominicano, logrando siempre por medio de sus intrigas y sórdidos manejos adueñarse de la situación y hacer aparecer al pueblo dominicano de un modo distinto de como es en realidad; esa fracción, o mejor diremos, esa facción, es y será siempre todo, menos dominicana; así se la ve en nuestra historia, representante de todo partido antinacional y enemigo nato por tanto de todas nuestras revoluciones; y si no, véase ministeriales en tiempo de Boyer y  luego rivieristas, y aún no había sido el 27 de febrero, cuando se le vio proteccionistas franceses y más tarde anexionistas americanos y después españoles”.

Pero ante la agresividad de los anexionistas, dijo: “Por desesperada que sea la causa de mi Patria, siempre será la causa del honor y siempre estaré dispuesto a honrar su enseña con mi sangre”.

La independencia es la fuente de la libertad

“Siendo la independencia la fuente y garantía de las libertades patrias, la Ley Suprema del pueblo es y será siempre su existencia política como nación libre e independiente de toda dominación, protectorado, intervención e influencia extranjera, cual la concibieron los fundadores de nuestra asociación política al decir el 16 de julio de 1838, Dios, Patria y Libertad, República Dominicana, y fue proclamada el 27 de febrero de 1844, siendo, desde luego, así entendida por todos los pueblos cuyos pronunciamientos ratificamos hoy; declarando además que todo gobernante o gobernado que la contraríe, de cualquier modo que sea, se coloca ipso facto fuera de la ley”.

Nacionalismo
“Nuestra patria ha de ser libre e independiente de toda potencia extranjera o se hunde la isla”.

Fusión
“Entre los pueblos dominicanos y el pueblo haitiano no es posible, jamás, una fusión”,

Libertad
La nación dominicana es libre e independiente y no es ni puede ser jamás parte integrante de ninguna otra potencia.

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