El concepto de tener en cuenta la fibra para una vida saludable surgió por los años 40, cuando al Dr. Denis Burkitt le llamó la atención que los habitantes de África Oriental tenían menos estreñimiento, hemorroides y apendicitis que otros grupos de población, y lo relacionó con la cantidad de fibras que comían. Burkitt señalaba que en los países no desarrollados tendían a comer alrededor de 60 gramos de fibra al día, y que en los países occidentales, desarrollados, la ingesta de fibras era de 20 gramos diario, en promedio. A esa diferencia atribuía él la incidencia mayor de algunas enfermedades en Occidente.
En muchas ocasiones hemos hablado de la necesidad de consumir una cantidad apropiada de alimentos con fibras como recomendación para una vida saludable. Los nutricionistas coinciden en aconsejar que deban incluirse las frutas y los vegetales como medidas básicas para la prevención de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, debido, entre otras razones, al valor positivo de las fibras.
Definición.- Las fibras son partes de los alimentos que no se digieren. Están formadas por pectinas, gomas, mucílagos, celulosa, hemicelulosa y lignina. Abundan en las frutas, las legumbres, las verduras, los granos, las nueces, los cereales, el plátano y otros víveres (tubérculos y raíces).
Propiedades.- Las fibras tienen menor valor calórico que el resto de otros alimentos, facilitan las funciones metabólicas y regulan el tránsito intestinal y retardan la absorción de los carbohidratos, por eso tienen un índice Glicémico bajo, ya que el nivel de azúcar en sangre sube más lentamente después de la ingesta de alimentos con fibras.
