Santiago. “Toda la vida trabajando en casa de familia para comprar algunos trastes y mira cómo lo perdí todo”.Con estas palabras definía Ernestina Díaz el dolor de haber perdido todo lo que consiguió con esfuerzo. Ella pertenece a una de las quince familias que perdieron sus viviendas con el fuego que, además, destruyó una fábrica de roquetes, en la comunidad La Ermita de San Bartolo en Gurabo. Ernestina Díaz perdió hace varios años a su esposo, quien murió de leptospirosis por la mordida de un ratón y desde entonces trabaja en una casa de familia para sobrevivir.
Los afectados informaron que el siniestro inició con un corto circuito en la empresa Rabinos del Cibao y se extendió hacia las viviendas ocupadas por dominicanos y tres familias haitianas. El cuerpo de Bomberos y la Defensa Civil iniciaron un levantamiento para determinar si hay más afectados, debido a que en algunas casas vivían hasta dos familias.
Rosaura Rodríguez, madre soltera con dos niños de trece y siete años de edad, es otra de las afectadas por el siniestro. “Yo no sé lo que voy hacer, porque no tengo adónde ir con mis hijos. Solo espero que las autoridades se conduelan de nosotros que lo perdimos todo”, manifestó. Dijo que lo único que pensó fue en echar manos a sus hijos y salir huyendo ante el temor de morir calcinados.
El dirigente de la junta de vecinos, Rubén Rodríguez, culpó al alcalde Gilberto Serulle de las dificultades que enfrentaron los bomberos para apagar el fuego, debido a las lomas de tierra dejadas desde hace siete meses en la construcción de la calle y un puente, cuyas labores fueron paralizadas.
El fuego se produjo a las 4:00 de la mañana de ayer, en la calle 18 de la referida comunidad, aunque no se reportaron personas lesionadas o con quemaduras. Otras de las personas que perdieron sus casas fueron Dilenia Rodríguez, Wendy Rodríguez, Ángela Rodríguez, Diógenes Rodríguez, casi todos integrantes de una misma familia, las que también piden a las autoridades acudir en auxilio de los afectados.
