Inconvenientes matizan Pruebas Nacionales cada año

A dos décadas de su aplicación, las Pruebas Nacionales siguen siendo tema de cuestionamiento para algunos sectores y de preocupación…

A dos décadas de su aplicación, las Pruebas Nacionales siguen siendo tema de cuestionamiento para algunos sectores y de preocupación para estudiantes y docentes.

En víspera de la primera convocatoria a unos 303,716 alumnos para el año escolar 2011-2012, algunos afirman que el mecanismo para evaluar el desempeño de los estudiantes de octavo de básica y cuarto año del nivel medio no es el más propicio, debido a que aún existen inconvenientes que no permiten que todos los alumnos aprueben.

El método utilizado para elaborar las evaluaciones, el poco tiempo que tienen los estudiantes para la clínica de retroalimentación y la falta de coincidencia entre el orden en los contenidos de los libros de textos y el currículo oficial, son sólo algunos de los inconvenientes que hacen más difícil este proceso de evaluación.

Una de las dificultades más destacada es el hecho de que las Pruebas Naciones se confeccionen con base a los programas contenidos en el currículo.

Esto se sustenta en que muchos docentes no siguen la metodología oficial, porque trabajan con los temas que aparecen en los libros, razón por la cual se escuchan con frecuencia las quejas de los estudiantes de que en las pruebas aparecieron preguntas que nunca les dieron en clases.

Otro de los inconvenientes radica en que el contenido de los textos no está en el mismo orden en que se elaboró el currículo, lo que crea dificultades al estudiante, ya que si los libros no se agotan siempre tendrán deficiencias para responder en las pruebas.

Según las quejas, esta situación se agrava porque los técnicos de Educación no hacen los cruces con lo que se avanzó en las escuelas, previo a la elaboración de las pruebas para que sea con base a los contenidos agotados por el maestro y los alumnos.

Tampoco hay una guía que indique al docente cuáles temas de años anteriores serán objeto de las pruebas.

Las áreas de mayores dificultades son Ciencias de la Naturaleza y Matemáticas, debido a que los contenidos de los textos son amplios y si el maestro trabaja con éstos y deja el currículo, los estudiantes tendrán entre lo aprendido y las evaluaciones oficiales, por la falta de coincidencias.

En el caso de Lengua Española y Ciencias Sociales, los libros tienen un alto porcentaje de similitud con el currículo y, por ende, pocas dificultades para analizarlos. Son las áreas en que hay menos estudiantes reprobados y aplazados.

Algunos directores de escuelas públicas cuestionados sobre el tema coinciden en que el maestro tiene el 70% de la culpa de que cada año cientos de estudiantes reprueben y otros queden aplazados en las pruebas, tras reconocer que muchos de ellos no se acogen al currículo y otros no están preparados y tienen dificultades para dominar y enseñar los contenidos.

Las pruebas se concibieron para evaluar todos los actores del sistema educativo (directores, centros, docentes y alumnos), sin embargo, desde varios años sólo se aplica al alumno.

Algunas escuelas no impartieron la clínica

Las clínicas se aplican desde que comenzaron las Pruebas Nacionales como un mecanismo de repaso de todos los contenidos impartidos durante la básica y el bachillerato, pero siempre ha existido la queja de que el tiempo en que se imparte, un mes a 45 días, no es suficiente para la retroalimentación de los estudiantes.

Según denuncias, en pueblos lejanos como Bohechío y  Arroyo Cano, de San Juan de la Maguana, este año no recibieron la clínica y temen que esto afecte las calificaciones de los alumnos. Otros se quejan de sólo recibieron una semana de repaso.

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