Si el teniente policial Fernando de los Santos, mejor conocido como La Soga, no quiere ser tratado como “un vulgar delincuente”, entonces lo mejor será que se entregue ante la Policía o la Fiscalía de Santiago. La advertencia la hizo ayer el jefe de la Policía, José Armando Polanco Gómez, refiriéndose al operativo de persecución orquestado para dar con el paradero del oficial De los Santos, a quien se le acusa de formar parte de una banda criminal, a la que supuestamente servía como matón por encargo.
“Si él entiende que es inocente, para demostrar eso tiene que presentarse (a la Fiscalía o la Policía). Si va a correr, entonces creemos que está actuando como un vulgar delincuente y está desafiando a la autoridad de la Policía, y nosotros no vamos a permitir eso”, sostuvo.
Las autoridades esperan que con la entrega de La Soga sean esclarecidos otros casos de sicariato, en los que suponen el agente actuó.
Según las investigaciones, La Soga, quien estaba de puesto en Mao, fue contratado por 250 mil pesos por los empresarios Juan Silverio, de San Francisco de Macorís, y Bonel Lanfranco, vinculado a un negocio de licor store de Santiago. Alegan que La Soga fue contratado como sicario para ejecutar a dos jóvenes del ensanche Libertad, que fueron lanzados a la presa de Bao.
