Jeremy Lin va lentamente pasando de sensación a realidad. No podemos llamarnos a engaño con lo que el norteamericano de ascendencia taiwanesa ha ido logrando como la chispa que ha despertado los motores de los Knicks de Nueva York.
Una cosa es llamarle una superestrella. La otra es negarle que ha tenido un impacto positivo en una escuadra que antes de su ingreso al quinteto iba camino al despeñadero y luego de ese hecho, motivado por la lesión de Carmelo Anthony y la ausencia de Amare Stoudemire tras el fallecimiento de un hermano, todo cambió.
El récord de los Knicks es de 8-1 con el señor Lin en la duela.
Soslayar sus aportes al conjunto sería rayar en lo mezquino.
La ciudad de Nueva York vibra como no se ha sentido en mucho tiempo. La “Linmanía” se ha apoderado de la Gran Manzana, donde en cada rincón hay un pedazo del protagonista de la mejor historia deportiva de 2012.
Usted dirá que Tim Tebow, mariscal de campo de los Broncos en la NFL, merece ese título, pero resulta que Tebow tiene abolengo: fue ganador del premio Heisman (deportista más destacado en el fútbol universitario) con Florida en 2007.
Lin fue descartado por varios equipos y jugó en Harvard, una universidad que ha dado más presidentes a los Estados Unidos (John Adams, John Quincy Adams, Theodore Roosevelt, Franklin D. Roosevelt y John F. Kennedy) que jugadores a la NBA (Wyndol Gray, Saul Mariaschin y Ed Smith).
Earvin-Magic-Johnson dijo ayer en la transmisión de Espn que Lin ha demostrado que puede jugar en la NBA. Los escépticos estamos cediendo ante lo que ha logrado.
La “Linmanía” cobra terreno.
Apunte esto
Arrancó el entrenamiento de Grandes Ligas…Varios equipos abrieron oficialmente su faena ayer, entre ellos los Yankees…David Ortiz se marcha hoy para Fort Myers al igual que Francisco Cordero hacia Dunedin, que también está en La Florida…LeBron James y Dwyane Wade son un dolor de cabeza…El nivel de juego de LeBron luce 30 y la NBA 15…Es el mejor del negocio.
