La magistrada Miriam Germán Brito dijo ayer que el Código Procesal Penal tiene vicios que la hacen entrar en confrontación con ella misma.La jueza presidenta de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, consideró que las modificaciones que se hicieron a varios artículos del CPP no fueron hechas como una labor en conjunto y que dentro de las cosas modificadas se van a encontrar algunas que entran en franca contradicción con otras que no fueron modificadas.
“Me atrevo a decir que no fue una labor pensada en todo el conjunto, además en la reforma no se tomaron en cuenta algunos actores del proceso, se reformaron maneras de tratar las admisibilidades sin pensar el flujo de casos que ese nuevo enfoque iba a traer y cómo eso podría presionar los plazos, es decir, no fue una labor pensada en conjunto, no fue hecha pensando en que las reglas procesales deben de ser un universo armónico”, enfatizó.
Germán Brito rechaza que los jueces sean los culpables de los delitos, aclarando que el delito no es fenómeno de causa única y que ellos como magistrados entran en acción después de que ocurrió el hecho.
“Aquí se pretende que la justicia penal resuelva cosas que tiene su origen en una sociedad estructuralmente injusta y se le pide a los jueces ser una especie de magos”, refirió la jueza previo al inicio del taller titulado “Modificaciones Código de Procedimiento Penal” desarrollado en la Suprema Corte.
El magistrado Manuel Herrera Carbuccia, coordinador de la Unidad Académica de la SCJ, dijo que los jueces tienen que estar abiertos a las críticas a sus decisiones, no a su persona, ya que hay muchas personas que critican las sentencias de los jueces sin haberlas leído o conocido sino solo de oídas.
El taller tuvo como expositores a los jueces Juan Hirohito Reyes, Wendy Martínez, Darío Gómez, José Saúl Taveras y al jurista Félix Damián Olivares. El juez Alejandro Moscoso Segarra fue el moderador.
