Las bases del pensamiento conservador en el siglo XIX

¿Cuál era la libertad que el conservadurismo opuso a la igualdad? En síntesis cabe señalar dos extremos. En primer lugar, los historiadores de las ideas políticas han atribuido a la mentalidad conservadora la defensa de  las libertades concretas&#82

¿Cuál era la libertad que el conservadurismo opuso a la igualdad? En síntesis cabe señalar dos extremos. En primer lugar, los historiadores de las ideas políticas han atribuido a la mentalidad conservadora la defensa de  las libertades concretas frente a la libertad abstracta de los radicales…Ahora bien ¿cuáles son estas libertades concretas?

Según el propio Burke, el derecho a cuanto pueda hacer por su cuenta sin dañar a los demás, esto es un derecho general a la libertad; a la libertad de expresión, a la seguridad jurídica; a la justicia, a los frutos de la industria, a los medios para hacerla fructificar, a la herencia, a la libertad de enseñanza…a la representación política.

En fin, a una proporcional de todo lo que la sociedad, mediante la combinación de fuerza y habilidad pueda hacer en su favor. ¿Eran acaso otros los derechos que reclamaba la burguesía de su época? . Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Tipología del pensamiento conservador [i].

Seguimos en esta entrega analizando, presentando más bien, las ideas del intelectual español, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, expuestas en un brillante discurso en esa honorable Academia   en enero de 2008.

En la entrega anterior, hablamos sobre el conservadurismo clásico. En esta semana seguimos con el tema, pero planteando algo super novedoso del académico.  En efecto, el autor del ensayo señala que no habían elementos fundamentales de diferencia entre el conservadurismo y el liberalismo, especialmente en lo que al mercado se refiere. ¿Novedoso y sorprendente, no?
Herrera Rodríguez de Miñón sostiene que el conservadurismo clásico tuvo influencia no sólo en los intelectuales que asumieron y defendieron estas ideas, sino que influyó notablemente en otras corrientes de pensamiento como el liberalismo, populismo y neocatolicismo.

“De ahí que, sostiene, en más de una ocasión, las raíces conservadoras den frutos exclusivamente esteticistas, especialmente entre los anglosajones y anglófilos, de los que Balfour y su mundo serían el exponente más político y Evelyn Waugh o Nancy Mitford la versión literaria.” (p.293)

Plantea este autor, y como veremos en artículos siguientes algunos autores latinoamericanos asumieron y defendieron esta posición, que los conservadores se hicieron liberales en materia económica a todo lo largo del siglo XIX.  Afirma que “las nuevas condiciones impuestas por la revolución industrial y el miedo generalizado al fantasma que recorría Europa, el socialismo, que, entre los norteamericanos raya en la paranoia anticomunista como reacción al New Deal primero y durante la segunda post guerra después, indujeron esta deriva.  El fracaso del proteccionismo….la americanización económica y social, intensificaron el proceso. La ética economicista dominó su praxis al hilo de la gran revolución industrial….” (p. 293).

Herrero y Rodríguez de Miñón también sostienen, y con esta afirmación no deja de sorprendernos, que el conservadurismo influyera notablemente en el populismo.

Argumenta su posición afirmando que la mentalidad conservadora tuvo que asumir lo que denomina como “el desafío de la inmanencia…a la vez que se alineaba a la economía capitalista de la que se creía beneficiaria” (p.294).  No tenía otra opción, decía, que la de mitificar, más aún en hacer trascendente al Estado Nacional, “ensalzar la acción por la acción que evitaba el drama de pensar, la angustia que el vacío desvelado por el pensamiento provocaba, y justificaba la descalificación de los modos y las categorías intelectuales.” (p.294)
La tercera derivación del conservadurismo fue el Neocatolicismo.  Afirma el brillante intelectual que los pensadores católicos necesitaban explicar al mundo los nuevos cambios.

¿Cómo adecuar a la corriente liberal pura la necesidad de la confesionalidad, cuando era la libertad de creencia y el laicismo estatal lo que estaba en boga? Afirma que en los pensadores católicos habían claramente dos corrientes: los católicos liberales y los católicos conservadores.

¿Había posibilidad de una síntesis que no violentara los preceptos religiosos pero que se adecuara a los nuevos tiempos? El catolicismo liberal fue fácilmente vencido.

El catolicismo oficial asumió sus tendencias conservadoras, produciendo el neocatolicismo, corriente, según el autor, que contribuyó notablemente a la derechización del pensamiento conservador.

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