Entran a su espacio de ocupación a una hora fija, pero nunca saben cuándo terminarán su jornada de trabajo. La Asociación de Trabajadoras Dominicanas del Hogar denunció que sus miembros no tienen acceso formal a los beneficios del Sistema de Seguridad Social, ni al salario de Navidad.
La remuneración que reciben por sus servicios no está regulada por el Comité Nacional de Salarios, por eso dependen del contrato informal que puedan amarrar con sus contratantes. “Las trabajadoras domésticas tenemos derechos.
Pero en este país no se nos reconocen”, dijo Victoria Ramírez, “jubilada” del oficio de doméstica por su edad, 70 años.
Ramírez ahora es dirigente de la asociación, y junto a 325,000 mujeres reclaman que el Estado ratifique el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), donde se establece el marco jurídico para la defensa de sus derechos.
