Las fiestas se extendieron en barrios de la capital

Las calles céntricas estuvieron desoladas el día de Nochebuena, pero no así los barrios de la capital y el Gran Santo Domingo.

Las calles céntricas estuvieron desoladas el día de Nochebuena, pero no así los barrios de la capital y el Gran Santo Domingo. Muchos ciudadanos tenían los ánimos en alto para seguir la parranda. En varias esquinas del sector de Villa Juana se concentraban pequeños grupos de personas  que siguieron de largo la celebración animados por la ingesta de alcohol.

“Aquí se va a gozar hasta que haya cualto (sic). Comenzamos a las 8:00 de la noche y esto sigue encendío. Cero problemas”, vociferaba Teo Duarte en un colmadón de la calle República de Paraguay.

Allí mismo, Julio Santos mostró una bandeja con los restos de la cena del 24 de diciembre, evidenciando lo que ya constituye una tradición del dominicano. “Hoy comemos calentao con lo que sobró de anoche. Hay de to´: ensalada rusa, lasaña, puerco asao, pasteles en hoja, moro de guandules…”.

Mientras tanto, en la calle Alonso de Espinosa, en el popular colmadón de Chichío, cientos de vasos de foam, botellas de cerveza, ron y whisky quedaron esparcidos en el suelo como muestra de la fiesta de la noche anterior.

El mismo panorama se observaba en el barrio San Carlos, donde muchos bebían y fumaban las controversiales pipas de agua, mejor conocidas como “hookah”.

“Aquí todavía estamos bebiendo, pero gracias a Dios todo ha pasado tranquilo, sin problemas”, afirmó Sauris González con su vaso en la mano.

Muchos aprovecharon para quejarse de que las cajas de alimentos que distribuyó el Gobierno a través del Plan Social de la Presidencia con motivo de la Nochebuena no llegaron al sector. “Aquí el PLD no dio ná”, se quejó Luis Quezada.

“Aquí en Capotillo la hemos pasado “ready” aunque con pocos cuartos”, dijo a elCaribe, Yunior Jiménez, mientras algunas parejas contoneaban sus cuerpos  de manera sugerente a ritmo de “dembow”, en el colmado Las Mercedes ubicado en el populoso sector.

En el barrio Cristo Rey, tampoco se durmió. En varias esquinas muchos continuaron la fiesta hasta entrada la noche. 
“Aquí se tá “chupando” de a duro”, dijo el joven Kelvin Jiménez, quien compartía con un grupo de amigos.

En el ensanche La Fe, el ambiente estaba más tranquilo y algunos aprovechaban para jugar dominó en las aceras.

Es el caso de Guillermo Valenzuela, quien afirmó que en estas fechas siempre acostumbra a reunirse con sus amigos para tomarse su trago y echar una mano de dominó.

Tránsito despejado

El flujo vehicular se redujo considerablemente en las principales calles y avenidas de la ciudad con motivo del feriado.

En avenidas de gran circulación como la John F. Kennedy, la 27 de Febrero y la Máximo Gómez, así como la San Vicente de Paúl y la carretera Mella en Santo Domingo Este, se podía transitar sin inconvenientes y sin los taponamientos cotidianos.

Fue visible la presencia de varios agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) en los puentes elevados para impedir que motoristas subieran sin los cascos protectores.

El transporte también se redujo a su mínima expresión.

Durante las primeras horas de la mañana muy pocas guaguas y carros del concho ofrecían el servicio, por lo que el tiempo de espera para abordar una unidad era mayor que de costumbre.

El Metro de Santo Domingo  también inició sus operaciones más tarde que lo habitual.

Vigilancia policial fue notoria

Durante el recorrido realizado por elCaribe fue notoria la presencia de agentes de la Policía Nacional y del Ejército apostados en varias esquinas del Distrito Nacional como parte del operativo “Navidad Tranquila 2013” para prevenir la ocurrencia de crímenes y atracos.

Asímismo, varias patrullas a bordo de camionetas y motocicletas rondaban por los barrios “calientes” de la parte alta de la capital.

Varias carpas de la Defensa Civil fueron ubicadas en las salidas de la ciudad  para ofrecer primeros auxilios a los viajeros que se trasladaron al interior para celebrar la Navidad con sus familiares.

Grandes cúmulos de basura

Cerca de las 11:00 de la mañana, la estación de transferencia de Villas Agrícolas, donde diariamente el Ayuntamiento del Distrito Nacional  (ADN) vierte más de 2 mil toneladas de residuos sólidos, para luego trasladarlos al vertedero de Duquesa, la actividad estuvo reducida a su mínima expresión por el feriado.
Mientras tanto, las calles de varios sectores del Distrito Nacional lucían repletas de desperdicios propios de la fecha.

A todo lo largo de la avenida Nicolás de Ovando, y en algunos puntos de la 27 de Febrero y la Máximo Gómez, vertederos improvisados afeaban el entorno.
Lo mismo se apreciaba en la avenida Duarte, donde las tiendas e importadoras de ropas y calzados, arrojaron montones de residuos plásticos a las calles.
Reporteros de este diario sólo observaron un camión recolector de basura en el sector de Cristo Rey.

En días pasados el secretario general del ADN, Andrés Navarro, había vaticinado una crisis sanitaria atribuida al mal manejo del Vertedero de Duquesa por parte del Ayuntamiento de Santo Domingo Norte.

Las autoridades del cabildo destacaron que el recorte del horario de operaciones del mayor depósito de basura de la capital ha provocado serias dificultades para el destino final y manejo de los desechos.

Muchos optan por ir a las iglesias en esta fecha

Lejos de las celebraciones mundanas muchos decidieron tomarse el día para celebrar la  fiesta de la Natividad del niño Jesús en las iglesias. En todos los templos católicos se ofrecieron misas para recordar el origen de estas fiestas. Anoche el coro de la Catedral Primada de América, su Coro de Niños y su Orquesta, compuesta por maestros de la Orquesta Sinfónica Nacional y otros prominentes músicos ofrecieron su tradicional concierto.

Celebración
Esta es una de las festividades más importantes del cristianismo que conmemora el nacimiento de Jesús.

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