De León: una familia que le inyecta vida a los radiadores

Cuando de reparar radiadores se trata, entre Las Palmas, Herrera y los kilómetros nueve y 11 de la carretera Sánchez una de las fórmulas conocidas lleva el apellido De León.

Cuando de reparar radiadores se trata, entre Las Palmas, Herrera y los kilómetros nueve y 11 de la carretera Sánchez una de las fórmulas conocidas lleva el apellido De León.La explicación es sencilla. De esa familia, compuesta por una cantidad importante de miembros, al menos siete personas se dedican a esa actividad. Uno de ellos es Darío de León, ubicado en la Isabel Aguiar, No. 62. Los demás son Isidro de León, que tiene su centro de operaciones en Las Palmas; Juan de León, situado en la Isabel Aguiar, cerca del lugar conocido como Los Camioneros; Marisol de León, en la Isabel Aguiar No 146, Herrera, junto a Aneury de León; Persio de León, ubicado en el kilómetro 10 y medio de la carretera Sánchez y Fermín de León ubicado en el kilómetro nueve y medio de la carretera Sánchez.

Estas personas tienen vínculo de hermanos, en algunos casos, mientras que en otros se trata de primos y tíos (como en el caso de Marisol, que es tía de Aneury). En el círculo hay envueltos algunos cuñados también, incrementando así la cantidad de familiares que reparan radiadores. Una característica que existe a nivel del negocio y el trabajo de estas personas es que uno ha ido atrayendo a los demás a la actividad, que entra en el segmento de la microeconomía.

En la reparación de radiadores no todos los días son “color rosa” y eso lo sabe perfectamente Darío, uno de los integrantes de la “dinastía” De León. No siempre el radiador (pieza que sirve para evitar el sobrecalentamiento del motor del auto) se daña. Pero como hay tantos automóviles en el país, que a Darío cada día le corresponde atender al menos uno o varios de ellos. 

Al 31 de diciembre de 2012, el parque vehicular ascendía a 3,052,686 unidades, y de esa cantidad el 22.8% correspondía a automóviles. La mayor parte de los vehículos se encuentra en el Distrito Nacional, Santo Domingo y Santiago de los Caballeros. Lo más probable es que a muchos de los autos que están entre Santo Domingo y el Distrito Nacional los De León le hayan montado o reparado el radiador alguna vez.

Con suerte y gracias al trabajo que realiza Darío, en el mejor de los casos, puede llevarse a su casa unos RD$4,000/día. Cuando “la cosa” no marcha bien quizás se va sin un centavo en los bolsillos para atender las obligaciones económicas de su esposa y  sus cuatro hijos, según cuenta a elCaribe. Darío no heredó el oficio de su padre Ramón Díaz, pues éste era jornalero en vida. Su madre Aracelis de León es ama de casa a orgullo.

Darío de León conoce de radiadores desde los 14 años, cuando llegó a la capital desde Santiago a trabajar en eso con uno de sus tíos. Darío tiene actualmente 40 años, por tanto, lleva 26, sellando, montando y desarmando radiadores.

Pero sí Darío sabe del tema, su tía Marisol de León es algo así como “una autoridad” en ese mundo. ¿Por qué usted se involucra en esta actividad, que en una sociedad como la nuestra parece para hombres? le pregunta elCaribe a Marisol, y ésta sin vacilar ni un instante responde: “Eso me lo pregunta mucha gente. Lo que pasa es que duré diez años trabajando con un hermano mío, atendiéndole el negocio, y luego decidí instalar un taller de esto”.

Y luego de otra pregunta sobre el asunto aclara que ya no se pone a armar y desarmar radiadores, pero tiene mucho conocimiento sobre cómo debe hacerse cada cosa. Marisol es la presidenta de “Marisol D´León Radiadores” y lleva nueve años en el punto actual de la empresa.

Del trabajo se puede vivir

La reparación de radiadores no es un oficio quizás para hacer una persona millonaria, pero los De León han podido obtener honradamente el sustento de sus hogares, según testimonios recogidos entre ellos. Incluso, la mayoría de ellos tienen empleados en sus instalaciones.

El secreto consiste en quedarle bien al cliente

La familia ha pensado formar una empresa familiar, aunque no tienen nada concreto sobre esa parte. Hasta ahora las piezas las adquieren de suplidores.
Algunos de los De Léón no tienen relaciones de negocios con entidades del Estado, pero tampoco están cerrados a tenerlas. “Después de todo, no estaría mal que yo pueda mudarme y poseer un lugar propio, pues donde estoy es alquilado”, indica Darío de León. En la zona de Herrera y Las Palmas la competencia a nivel de reparación de radiadores es fuerte, pues hay muchos establecimientos dedicados a esa actividad. “La garantía para mantener los clientes es que si usted reparó o montó hoy un radiador, el cliente quede tan complacido que esté dispuesto a regresar donde mí cuando se le presente una situación similar”, sostiene Darío.

El precio de la reparación de un radiador depende de varios factores, entre ellos el trabajo mismo que implique y de lo incómodo o cómodo que resulte el desmonte de la pieza.

Pero en general, el de un radiador de carro oscila entre los 500 y 1,500 pesos, depende si el radiador lleva “sondeo” o no y si es de uno o dos canales. En el caso de un vehículo pesado el costo de la reparación puede ser entre 2,000 y 2,800. El precio de un radiador nuevo, de carro, oscila entre los 4,000 y 6,000 pesos. 

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