Poco se ha analizado y estudiado la historia discográfica dominicana. No importa el género, ni la época ni el soporte tecnológico, el legado musical que empezó a registrarse a partir de la década del 1920 cuando se grabó la primera canción dominicana. Los críticos (o periodistas) musicales han sido muy pocos, para no decir que no los ha habido.
Esa falta de publicaciones especializadas, del poco interés de la prensa de espectáculos por comentar las producciones discográficas, deja el terreno fértil para sembrar la semilla del debate, de las selecciones de listas en las que puedan participar melómanos que conocen muy bien el desarrollo del disco y la música en el país.
Desde la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) convocamos precisamente a un grupo de melómanos y periodistas activos para participar de reuniones de las que aspiramos escoger Los 100 mejores discos de la historia. El proyecto nos tiene entusiasmados, así como a algunos de los que ya han recibido la invitación, que nos han manifestado que esta será una gran oportunidad para debatir críticamente sobre un tema apasionante.
Al mismo tiempo, vislumbramos discusiones y debates intensos. Para los que nos han preguntado cuáles discos podrían ser tomados en cuenta, desde ya, pues adelantamos que ese primer encuentro (a celebrarse en Acroarte), será para definir los criterios de selección. Algunos hablan de buscar entre lo mejor por décadas, otros apelan a que la lista se pueda elaborar por géneros, mientras que algunos aspiran a que el período a discutir sea tomado desde el principio (cuando salió el primer disco) hasta la actualidad.
Aún no se comienza y ya las ideas están en el aire. Qué interesante se inició esta idea que sólo es la punta del iceberg de lo que queremos lograr con la selección de Los 100 mejores discos de la historia musical dominicana. Gestionaremos la reedición de esos discos, como parte de un aporte a la discografía nacional. Desde este rincón caribeño, invito al resto de mis colegas de la prensa escrita, a que se involucren en el debate, a que escriban a que juntos hagamos este enriquecedor ejercicio musical.
