Los acuerdos no le bajan velocidad a precios de autos

Uno de los sueños que tiene una parte importante de los seres humanos es el de “montarse”, es decir, el de comprar un vehículo. Pero no siempre las posibilidades del bolsillo marchan al ritmo de las aspiraciones para poder lograrlo.

Uno de los sueños que tiene una parte importante de los seres humanos es el de “montarse”, es decir, el de comprar un vehículo. Pero no siempre las posibilidades del bolsillo marchan al ritmo de las aspiraciones para poder lograrlo.
A menudo la gente se pregunta por qué están tan caros los autos, a pesar del desmonte que se produjo en el arancel del 20% que pagaban en aduanas los vehículos que vienen desde Estados Unidos. El presidente ejecutivo de la Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (Acofave), Enrique Fernández, abordado por este periódico sobre el tema, plantea que las personas tienen que entender que el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta) y el Acuerdo de Asociación Económica (EPA, siglas en inglés) suscrito con la Unión Europea levantaron falsas expectativas con relación a los vehículos y el comportamiento de los precios. “Tú puedes comprar quesos, vinos y cuestiones electrónicas hechas en esos países más baratos, pero a los carros les subieron los impuestos, con relación a los que tenían antes del tratado. La gente cree que los importadores se están quedando con ese diferencial y no es así”, indica.

Explica que un carro que viene al país bajo el DR-Cafta paga entre un 50 y un 51 por ciento de impuesto del valor fijo. Eso que dice Fernández significa que si el auto cuesta, por ejemplo, 10 mil dólares, paga 5,100 dólares de impuestos. “Y hay que venderlo aproximadamente en 19 mil y 20 mil dólares para pagar los gastos, la ganancia del dealer , del importador (que en ese caso son dos”, dice Fernández. El dirigente empresarial explica que antes el concesionario normalmente vendía el carro al detalle, pero ahora hay un intermediario adicional, que es el dealer. En un sistema de franquicias, un “dealer” es la persona encargada de vender productos o servicios en nombre de una compañía y a cambio de ello obtiene beneficios.

Cuando el vehículo no viene por libre comercio (de países que intervienen en los acuerdos), como ocurre cuando ese auto es asiático, brasileño o mexicano, por ejemplo, paga un 60% de impuestos del valor fijo, porque hay que sumarle un 10% de arancel, calcula el directivo de Acofave. Según Fernández, eso es así porque cuando se hizo la primera reforma fiscal después del DR-Cafta se eliminó el recargo cambiario que había, de un 13%, pero a los vehículos les pusieron un pago por una primera placa, que es de un 17% y esa primera placa se modificó después en la penúltima reforma fiscal y se le montó hasta un tres por ciento adicional (significa que puede ser uno, dos o tres por ciento). “Y en el caso del ITBIS que cuando se firmó el acuerdo era del 10%, ya va por un 18%”, explica Enrique Fernández.

Lo que no se carga por las aduanas se paga a DGII

Desde la óptica de Fernández, cuando se analiza el tema, hay que concluir en que no hay margen alguno para que los vehículos de ninguna nacionalidad puedan bajar de precio. “Lo que les han hecho es un juego de espejo, al quitarles el arancel, pero lo colocan por otro”, asegura. Y agrega que el efecto es el mismo, porque lo único es que ahora en vez de pagarlo en Adunas, se paga en la DGII. Sostiene que este es un mercado de compradores, donde la competencia es tan feroz como nunca en cuanto a precio entre los concesionarios. 

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas