Los cañeros, símbolos de lucha por derechos

Las convocatorias a protestas de la Unión de Trabajadores Cañeros de los bateyes (UTC) suelen tener recurrente éxito. Marchas numerosas, pancartas y cobertura mediática para sus protagonistas: señores en edad de pensión, paupérrimos, haitiana&#8230

Las convocatorias a protestas de la Unión de Trabajadores Cañeros de los bateyes (UTC) suelen tener recurrente éxito. Marchas numerosas, pancartas y cobertura mediática para sus protagonistas: señores en edad de pensión, paupérrimos, haitiana o descendiente que desde los bateyes llegan a los puntos de concentración y hablan muy poco español.

Pero su lucha es una de antaño y lastimosa. Ayer, por ejemplo, se aparecieron al Ministerio de Hacienda poco más de 100 señores que una vez fueron obreros de ingenio. Reclamaban unas pensiones de RD$5,117, algunas de las cuales tienen desde el 1999 en proceso. Ese retiro es el primer reclamo. Un seguro médico y residencia permanente son otras peticiones que se agregan.

Jesús Núñez, líder y fundador de la UTC, atribuye el éxito de sus convocatorias tan recurrentes a la independencia y la autosostenibilidad de la organización, que es parte de la Federación Sindical Mundial y está certificada en la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial. “No somos un proyecto económico como son las ONG, que cuando se les acaba el dinero por un tema cogen otro”, dice Núñez. Y a seguida hace anécdotas de cuando el Gobierno le ofreció 27 millones de pesos para que olvidara las reivindicaciones que lo han movido desde la fundación de la UTC el 24 de febrero del 2009. “Si el movimiento tú quieres que se mantenga, tú no puedes estar cogiendo dinero. Eso trae problemas”, cuenta Núñez, precisamente en un pequeño local que tiene la UTC en la avenida Máximo Gómez con Nicolás de Ovando de esta capital, lleno de expedientes, filtraciones y mugre en sus alrededores.

En la protesta de ayer, Núñez llevó copias de expedientes de 3,122 solicitud de pensiones. Pero encontrarse con una de estas marchas es adentrarse a peticiones variopintas que solo se saben si se toma el tiempo de preguntar. Jean Luis Rosse llegó a la manifestación desde Sabana Grande de Boya (Monte Plata), porque su pensión está en proceso desde el 2006. Naretta Fist, de 36 años, se trasladó desde San Pedro de Macorís porque aún espera que la embajada de Haití entregue los documentos de identidad que le costaron RD$1,000 y que se suponía eran para aplicar al Plan Nacional de Regularización de Extranjeros que cerró en junio del 2015. Y Mauricio Pesima, que trabaja de sereno en una escuela de Bayaguana, quiere que le paguen tres meses atrasados de trabajo.

Cómo se mantiene

Núñez explica que la UTC ha “conseguido” unas 4 mil pensiones a cañeros. Y de esos, 508 trabajadores otorgan RD$300 a la UTC, equivalente al 6% de su cuota mensual que es de RD$5,117. Calculado todo esto, la organización pro derecho de los cañeros recibe una mensualidad de RD$152,400, pero dice Núñez que no siempre llega completa. Con eso paga RD$30 mil de local y se mantienen 11 motores que tiene el movimiento social en los bateyes. “Si un cañero vive en el batey Gallareta (San Pedro de Macorís) y tiene un problema de cualquier índole, ese motor tiene la obligación de llevarlo. Pero también si hay que llevar volantes, comunicaciones, ese promotor jefe de esa área se mueve, hace reuniones todas las semanas”, justifica.

La UTC tiene 347coordinadores a nivel nacional, tres empleadas “a las que no se les paga más de RD$5 mil”. En los días de protesta se compra RD$1,000 de papel y pinturas para las pancartas. No hacen convocatorias por teléfono. Dice Núñez que estos aparatos están intervenidos y que el Gobierno si se entera de las movilizaciones pasa por los bateyes a desinformar. “Por ejemplo, en la penúltima actividad fueron guardias en yipetas y camionetas a los bateyes diciendo que la actividad no iba”. También tiene otra norma interna: “Actividad que se convoca no se suspende. Si tiembla la tierra a las 7:00 de la mañana y la actividad es a las 10:00 hay que ir comoquiera”.

Actualmente existen cuatro ingenios activos: Central Romana, Consorcio Azucarero Central (ingenio Barahona), Cristóbal Colón y Porvenir, estos dos últimos en San Pedro de Macorís. Solo Porvenir es administrado por el Estado. Núñez calcula que la UTC representa a unos 411 bateyes a nivel nacional con 17 mil personas las que defiende sus derechos, 11 mil de las cuales hoy día trabaja en esos campos. El resto está retirado o en edad de pensión. “Ahora queremos que le den la pensión a más de 5 mil. Solamente tenemos 4 mil cañeros pensionados por vía nuestra”, asegura Núñez. 

Aún cree en el poder de las protestas sociales

Jesús Núñez no es descendiente de haitiano, sí laboró en el ingenio Río Haina. Tiene 58 años y todavía está cargado de esa energía revolucionaria que caracterizaron las luchas antibalagueristas de los 70 y 80. En la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) solo cursó cuatro semestres de Comunicación Social, la idea de la revolución para ese entonces le conquistó más que los estudios. “Fui militante de izquierda y creía que la revolución era inminente como nos la habían enseñado. La cosa no era así”, dice. En el local de la UTC se guardan los expedientes de obreros del ingenio, incluido actas de nacimiento originales de haitianos, entregados por su embajada. Detrás de Núñez, en el local, hay fotos de protestas de los cañeros, de Nelson Mandela, de Martin Luther King y una frase que reza: “Los problemas sociales se resuelven con luchas sociales”.

Sustento
508 cañeros dan de su pensión RD$300 a la UTC, equivalente al 6% de sus ingresos. Es la única entrada de la organización para completar RD$152,400 que nunca llegan completo, según señala Núñez. A cambio la UTC le asegura a esos pensionados algunas facilidades, entre ellas la cobertura de servicios fúnebres.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas