Cuando se piensa en el consumidor, una buena parte de la gente se ve en las góndolas de los supermercados o en cualquier tienda de abasto. Pero se olvida que se consume electricidad, telefonía, servicios de transportación y todo lo que se usa.
Todas las personas somos consumidoras. ¿Pero qué tan conscientes somos de que al comprar un objeto o un servicio estamos ejerciendo un derecho? Quizás nunca hacemos consciencia de ello, porque simplemente nos basta el poder de compra. El dinero, y con el mismo, la capacidad de decidir lo que deseamos adquirir.
Pero olvidamos que cuanto compramos debe estar certificado por calidad, peso y medida, de acuerdo a su valor, y que rutinariamente somos víctimas de engaños e injusticias de inescrupulosos que ofertan y manipulan productos y servicios.
La Organización de las Naciones Unidas estableció el 9 de abril de 1985 unas directrices para la protección de los consumidores, como son: Derecho a satisfacer las necesidades básicas, a la seguridad de productos y servicios; Derecho a ser informado, a elegir, a ser escuchado, a ser compensado y derecho a la educación de los consumidores.
Ya en 1963, el 15 de marzo, el presidente de EE.UU., John F. Kennedy hizo una ardiente defensa de los consumidores: “Ellos son el grupo económico más amplio que afecta y es afectado por casi toda decisión económica pública o privada. No obstante, es el único grupo importante… cuyas opiniones a menudo no son escuchadas”. Años después, empezó a conmemorarse en esta fecha el Día del Consumidor.
En República Dominicana tenemos el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor, Pro Consumidor, que se ha ido ganando el respeto de la gente. Y a propósito de este 15 de marzo, hemos visto balances de resultados de Pro Consumidor e Indotel de este último año, como para mostrar que al menos existen dolientes de los consumidores dominicanos.
El Protecom, una dependencia de la Superintendencia de Electricidad, se asume como otro instrumento al servicio de los consumidores, pero es un ente muy vinculado a quienes manejan el suministro eléctrico. Requiere mejores medios de desempeño y especialmente, mayor independencia.
