Los cristianos y las elecciones

Todos los cristianos evangélicos tenemos el derecho de participar en la vida política-partidaria del país. Pero nuestras iglesias o instituciones que representan a sectores cristianos, no pueden ni deben convertirse en partidistas ni llamar a votar&#82

Todos los cristianos evangélicos tenemos el derecho de participar en la vida política-partidaria del país. Pero nuestras iglesias o instituciones que representan a sectores cristianos, no pueden ni deben convertirse en partidistas ni llamar a votar por tal o cual candidato. Es un grave error que un pastor o una institución que dice representar a un sector evangélico-cristiano, esté haciendo campaña y llamando a que se vote por un candidato en específico.

Una cosa muy diferente es orientar para que se tomen en cuenta ciertos valores a la hora de votar, pero ninguna iglesia puede obligar o inducir a que sus miembros voten por alguien. En las iglesias hay parciales de todos los partidos y eso debe respetarse. En estas elecciones si bien es cierto que hay cristianos que aspiran a cargos públicos, esos no son candidatos de las iglesias ni del pueblo cristiano. Son cristianos que quieren dirigir alguna posición estatal y buscan los votos de todos. Pero ser cristiano no es una condición ni una obligación para que se vote por ellos. Un cristiano que es candidato no necesariamente está preparado para dirigir una nación o para ocupar un puesto público. Y no existe ningún partido de los cristianos, porque la verdadera organización de los cristianos es su iglesia, en la cual no puede ni debe haber partidismo político.
Los cristianos que son candidatos deben estar preparados política y profesionalmente para ejercer el cargo al que aspiran, y es por eso que deben ser elegidos. Si alguien necesita hacerse una operación de corazón abierto, no va a buscar un cristiano que no sea médico, sino a un médico especialista que sepa de cirugía. Si es cristiano, mucho mejor. Eso mismo pasa en la política, hay que ser profesional, persona que conozca lo que va a hacer, porque no es a dirigir una iglesia que va, sino a dirigir la nación o ejercer un cargo público.

Es por todo eso que respaldo el comunicado emitido por los principales concilios evangélicos donde establecen con claridad lo siguiente: “Los cristianos evangélicos de República Dominicana están en libertad de escoger el candidato o los candidatos que su conciencia y Dios le indiquen. Establecemos que la misión de la Iglesia es de carácter pastoral y profética, no partidista y el rol del Estado es administrar con justicia y de forma democrática la vida pública para bien de todos. Al César lo del César y a Dios lo de Dios. Hacemos énfasis en que el Poder de la Iglesia no radica en influencia política, ni en las posiciones que ostenten sus miembros, sino en el Poder del Espíritu Santo y en su crecimiento. Por lo anterior desautorizamos a todos aquellos que por conveniencia partidaria, están mandando a votar por candidatos, no importando su credo”.

Ese comunicado fue emitido por los concilios e iglesias que representan más del 75% del pueblo cristiano evangélico. Está firmado por una parte importante de los principales líderes evangélicos del país, entre los que se destacan: el Obispo Nercido Bor, de la Iglesia Asamblea de Dios; el obispo Elvis Medina, de la Iglesia Asamblea de Dios; el Reverendo Flavio Rosario, Iglesia de Dios de la Profecía; el Reverendo Hipólito Suero, Iglesia de Dios M.I.; Reverendo Cecilio Ozorio, Iglesia Metodista Libre; Apóstol Miguel Bogaert, Iglesia Monte de Dios; Pastor Raffy Paz, Iglesia Cristiana Palabras de Vida; Reverendo Cristóbal Cardoza, Iglesia Cristiana de la Comunidad, y el Reverendo Manuel Estrella, Iglesia Evangélica Misionera.

Esa es la posición correcta de los líderes evangélicos. Los cristianos pueden votar por quienes deseen. Nuestras iglesias no pueden convertirse en partidos políticos, ni podemos permitir que nuestros púlpitos se usen para hacer campaña electoral a favor de nadie. Solo Jesús es nuestro principal, único y eterno candidato.

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