Paul Pierce, todo un veterano de mil batallas en la NBA, pagó las consecuencias de no medir sus palabras ante nada más y nada menos que el mejor jugador del planeta, entiéndase LeBron James.
Se equivocó de mala forma.
No tengo nada en contra de los atletas con alto nivel competitivo, que no se amedrentan ante el reto de turno ni caen en lo que popularmente conocemos como “apretarse”. Pierce es un jugador de los momentos apremiantes, por algo le dicen “La Verdad” (The Truth en inglés).
Pero de ahí a darle combustible al motor de un fenómeno como LeBron para que venga mucho más motivado a montar un espectáculo como visitante, eso es cometer un craso error.
Lo primero es que no hay forma posible de parar a LeBron, un humano con características de cartón animado: físico de mole, velocidad de bala y capaz de hacer cosas que superan la imaginación.
Con los grandes, en todos los deportes, la máxima aspiración es neutralizarlos, tratar de que no sean factores que inclinen la balanza.
Mucho menos pensar que Pierce, cuyos mejores años pertenecen al pasado, haga público que pidió la asignación defensiva del número uno del mundo.
James no metió 50 porque falló un tiro libre, lo que indica que nadie en el equipo de Brooklyn pudo defenderlo.
Los monstruos no se despiertan. La historia dice que quien se atreve a cruzar esos límites pierde de mala manera.
Y en el caso de LeBron, hay pruebas de sobra para argumentar que no gusta mucho ni de Pierce ni de Kevin Garnett, por lo tanto tiene más motivos para insuflarse y querer aplastarlos, tal y como en efecto lo hizo el pasado lunes.
Miami gana 3-1. Pierce tiene poco margen de error el resto del camino. Puede que ya haya cometido un yerro de categoría industrial.
Apunte esto
Penoso el hecho de que José Fernández se pierda el resto de la campaña…Hace poco escribimos que iba muy rápido el joven cubano…Mientras sigue la epidemia de lesiones en el codo en las Mayores…Donald Sterling es un ser humano con muchos vacíos…Tenía rato sin ver tanto odio en una sola persona…Deben sacarlo cuanto antes.
