Montevideo. Los seis presos liberados de Guantánamo que llegaron el lunes a Uruguay disfrutan de su libertad cuando logran eludir el cerco de decenas de periodistas apostados frente a su nueva residencia.“Ayer pudieron salir a la calle y les encantó el cielo tan celeste de Montevideo, la tranquilidad de la ciudad, el poder caminar por la calle con absoluta calma”, dijo a la Associated Press Gabriel Melgarejo, secretario ejecutivo de la central obrera Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional del Trabajo, institución que a pedido del presidente José Mujica se encargó de auxiliar a los refugiados en sus primeros días en libertad en Uruguay.
Cuatro de los seis hombres -cuatro sirios, un tunecino y un palestino- realizaron el jueves una caminata de diez kilómetros por la rambla montevideana, a orillas del Río de la Plata y compraron algunos productos comestibles. Los refugiados están alojados en una casa antigua con balcones en Palermo, un barrio residencial de clase media.