De ellos el público recibe lo mejor de su talento en el arte a través de los medios de comunicación. Disfrutan de sus roles como actores, humoristas, cantantes, directores y presentadores. Pero pocos conocen lo especial que son nuestras estrellas en su faceta de padres.
El maestro del humor Cuquín Victoria es uno de los padres ejemplares del espectáculo dominicano. Durante más de 40 años ha conservado un sólido matrimonio con doña Clemencia y recuerda que su formación como ser humano se la debe al legado de su progenitor, quien se encargó, primero, de ofrecerle una buena formación en el hogar. “Un hombre amoroso, medio seco (risas), pero sí muy amoroso en cuanto a la atención de nosotros. Vivía pendiente de lo que uno quería y se aparecía con sorpresas casi todas las semanas. Compartía mucho con la familia y, además, fue un ejemplo de honestidad, defendió por encima de todo su honradez y su disciplina”, recordó Victoria en una conversación para el programa “Las hijas de su madre”, que conduce la comunicadora Tania Báez junto a sus hijas Karla y Techy Fatule.
La familia crece… y crece
Sobre estos parámetros de amor y honestidad crecieron los hijos de Cuquín y Clemencia: Sarah, Cristian y Raquel, quienes ya les han dado ocho nietos (el más pequeño nació hace una semana).
“Es una revolución cuando se juntan todos”, expresa el veterano humorista, quien sostiene que nunca tuvo que darle una “pela” a sus hijos para corregirlos por alguna falta.
Entre risas y anécdotas Cuquín espera que para el Día de los Padres, que se celebra mañana, no le regalen “una corbata de las de ganchitos, unos short de idiotas, una jarra o un diploma con los bordes quemados (risas)”.
Otro de los artistas que compartió en el estudio de CDN Radio (92.5 FM), desde donde se transmite “Las hijas de su madre” a partir de las 11:00 de la mañana, fue el reconocido comediante Raymond Pozo. “Cuando me casé no tuve hijos hasta que cumplí cuatro años de matrimonio. Para mí fue doloroso porque quería tener mis hijos antes, pero Dios aguardó porque la necesidad de ese entonces no era para tener hijos”, recordó Pozo ante la mirada de su hijo Raymond Jr, quien al igual que sus hermanas Estrellita y Lucerito no tienen interés de seguir los pasos de su progenitor en el entretenimiento. “Voy a apoyar a mis hijos en lo que ellos quieran ser, que sea su decisión, porque veo que no les gusta esta vida de los medios”, afirmó.
El protagonista de Lotomán 2.0 recordó que le costó mucho trabajo disfrutar de las comodidades de hoy en día gracias a su éxito como humorista y que a sus hijos “les hablo para que sepan valorar las cosas y que entiendan que todo es un sacrificio, pero no les restriego tantas cosas para que ellos no vayan a pensar que les estoy pasando facturas y se sientan culpables”.
Su hijo Raymond Jr. lo define como un padre sobreprotector y admira su honestidad y respeto hacia los demás. “Además, como él es comediante siempre está en chercha”, dijo entre risas.
“Siempre les digo que las pocas cosas que tienen es de ellos y que lo ajeno es intocable. Les enseño a respetar a los demás, a respetarse ellos primero para que los demás los respeten”, dijo Pozo antes de recordar a su padre, quien le enseñó el valor de la honestidad y el sacrificio para lograr el éxito.
Entre la honestidad, el sacrificio y la libertad
El cineasta Alfonso Rodríguez sostiene que su padre lo influenció en todo. “Soy una copia mala de mi padre, porque era un tipo muy genial, con los pies sobre la tierra”, dijo en compañía de su hija Carmen, quien le ha seguido los pasos en el cine. “Es el mejor papá del mundo, él sabe ser tu amigo, tu jefe, tu padre”, expresó Carmen, al tiempo de resaltar que Alfonso les permitió, desde pequeños, toda la libertad del mundo, pero con los límites bien claros. “Trato de enseñarle a mis hijos que en la vida hay que ser auténticos”, afirmó el realizador, a quien recientemente le nació su quinto hijo, Amín.
