Meditar la renuncia del Papa

Una lluvia de opiniones cayó sobre la humanidad, por todos los medios de comunicación social posibles, en torno a la renuncia del Papa Benedicto XVI, el lunes 11 de febrero 2013.

Una lluvia de opiniones cayó sobre la humanidad, por todos los medios de comunicación social posibles, en torno a la renuncia del Papa Benedicto XVI, el lunes 11 de febrero 2013.Sin lugar a dudas que hemos oído pareceres banales, superficiales, traídos por los pelos, carentes de fundamento y, en muchos casos, hasta sorpresivamente erróneos, fuera de todo fundamento histórico, mostrando una ignorancia increíble y atrevida. Otros, la gran mayoría diría yo, sin embargo, bien ponderados, sólidos, significativos, signos de la trascendencia del acontecimiento.

Ciertamente, un hecho así, que ha conmovido a toda la humanidad y ante el cual nadie ha podido quedarse indiferente, invita a la reflexión y a la meditación. Es lo que quiero hacer ahora: invitarlos a meditar en profundidad un acontecimiento que marca nuestra historia moderna, cuya memoria se conservará a lo largo de los siglos. Yo mismo empezaré dando el ejemplo, ofreciendo unos puntos de meditación y dejando la puerta abierta a otros que ustedes puedan presentar.

Pienso que, ante todo, es clave volver sobre el texto de su renuncia y, desde ahí, empezar o continuar el camino de reflexión propuesto.

1. Texto de la renuncia

Como es sabido, el texto original está en latín, porque es una lengua muerta, la cual, por ser muerta, permanece invariable y sin posibles evoluciones semánticas. Es un texto, cuyas palabras tienen un sentido exacto y preciso.
He aquí la versión española que difundió el Vaticano:

“Queridísimos hermanos;

Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.

Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.

Soy muy consciente de que este ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.

Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.

Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.

Queridísimos hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos.

Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria”.

2. Puntos para meditar

Notemos en ese hermoso texto, que puede considerarse breve, una serie de expresiones cargadas de profundidad y ricas enseñanzas, que invitan a meditarlas:

2.1 Es una decisión libre (cito): “Decisión de gran importancia”, “Con plena libertad declaro que renuncio”.

2.2 Decisión tomada con plena conciencia (cito): “Tras haber examinado repetidamente mi conciencia ante Dios”; “Soy muy consciente de que este ministerio debe ser llevado…”; “muy consciente de la gravedad de este hecho”; “he tenido que reconocer mi incapacidad”.

2.3 Razones de la renuncia (cito): “Mis fuerzas, dada mi avanzada edad, ya no se corresponden con las de un adecuado ejercicio del ministerio petrino”; “de cara a gobernar la barca de San Pedro y difundir el Evangelio, son necesarios tanto la fuerza de mente como la del cuerpo, fuerza que en los últimos meses se ha deteriorado hasta tal punto en mí que he debido reconocer mi incapacidad”.

2.4 El ministerio de un Papa (cito): es “ejercicio del ministerio petrino”; es “ministerio” de “naturaleza espiritual esencial”; es “gobernar la barca de San Pedro y difundir el evangelio”; es “el ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro”; ser “Pontífice Supremo”; “el ministerio que se me confió”, “que me concedieran los Cardenales el 19 de abril 2005”.

2.5 Condiciones para un adecuado ejercicio del ministerio de un Papa (cito): “debe ser llevado a cabo no sólo con palabras y hechos, sino también con oración y sufrimiento”, igualmente “son necesarios tanto la fortaleza de mente como la de cuerpo”, sobre todo, “en un mundo sujeto a cambios tan rápidos y sacudido por cuestiones de profunda relevancia para la vida de la fe”.

2.6 Dos sentimientos finales del Papa Benedicto: a) gratitud (cito): “os agradezco muy sinceramente el amor y el trabajo con el que me habéis apoyado en mi ministerio”; b) grandeza de espíritu: “pido perdón por todos mis defectos”.

2.7 Tres actitudes de cara al futuro: a) Confianza en Jesucristo (cito): Y ahora, confiemos a la Santa Iglesia al cuidado de Nuestro Supremo Pastor, a Nuestro Señor Jesucristo”; b) Oración por el nuevo Papa (cito): “imploremos a la Santa Virgen María, para que ayude a los Cardenales con sus solícita maternal, a elegir al nuevo Pontífice Supremo; c) Seguir sirviendo” cito: “en cuanto a mí, deseo seguir devotamente a la Santa Iglesia de Dios en el futuro a través de una vida dedicada a la oración”.

2.8 Ministerio de los Cardenales (cito): “renuncio al Ministerio del Obispo de Roma, sucesor de San Pedro, que me concedieron los Cardenales”; “Imploremos a la Santa Virgen María para que ayude a los Cardenales a elegir al nuevo Pontífice Supremo a elegir al nuevo Pontífice Supremo”.

2.9 Continuidad del Ministerio petrino (cito): “se convocará un cónclave que elegirá al nuevo Pontífice Supremo.

2.10 Signos de libertad: libertad al elegir un Papa, libertad al aceptar la elección, libertad en la decisión de renuncia.

3. Otras reflexiones no textuales

He aquí reflexiones publicadas en diferentes partes del mundo, fruto de la renuncia del Papa. No es un estudio exhaustivo ni mucho menos. Es simplemente una muestra.

3.1 Padre Lombardi, en la rueda de prensa en el Vaticano: “Una decisión tomada con gran coraje y sinceridad”.

3.2 Giorgio Napolitano, Presidente de Italia: Un signo de “valentía y responsabilidad”.

3.3 Obispos cubanos: “Ejemplo de valiente virtud y serena confianza en los designios de la Providencia”.

3.4 Rey Juan Carlos, de España: “Reconocimiento a su entrega y a la labor llevada a cabo”.

3.5 Superior de los Jesuitas: “Respeto y admiración por la libertad espiritual, humildad y profundo amor a la Iglesia”.

3.6 En mi cuenta personal de twitter@monsdelarosa1): “Benedicto XVI fue grande como Teólogo, grande como Cardenal, grande como Papa y hoy grandioso en su renuncia al Pontificado”.

3.7 Un joven de 23 años: “Vivo en un mundo donde es chistoso burlarse del Papa, pero pecado mortal burlarse de un homosexual (y además ser tachado de paso como mocho, intolerante, fascista, derechista y nazi). Vivo en un mundo donde la hipocresía alimenta las almas de todos nosotros. Donde podemos juzgar a un tipo de 85 años que quiere lo mejor para la institución que representa, pero le damos con todo porque “¿con qué derecho renuncia?”. Claro, porque en el mundo NADIE renuncia a nada. A nadie le da flojera ir a la escuela. A nadie le da flojera ir a trabajar. Vivo en un mundo donde todos los señores de 85 años están activos y trabajando (sin ganar dinero) y ayudan a las masas. Si, claro.

Pues ahora sé señor Ratzinger, que vivo en un mundo que lo va a extrañar. En un mundo que no leyó sus libros, ni sus encíclicas, pero que en 50 años recordará cómo, con un simple gesto de humildad, un hombre que fue Papa, y cuando vio que había algo mejor en el horizonte, decidió apartarse por amor a su Iglesia. Va a morir tranquilo, señor Ratzinger. Sin homenajes pomposos, sin un cuerpo exhibido en San Pedro, sin miles llorándole aguardando a que la luz de su cuarto sea apagada. Va a morir, como vivió aún siendo Papa: humilde.
Benedicto XVI, muchas gracias por renunciar”.

“La verdadera causa de la Renuncia del Papa” (Tomado de Internet, autor: Información de la Comunidad (INFODECOM).

CONCLUSIÓN:

CERTIFICO que he buscado ser muy fiel en todos los textos literales citados en mi trabajo “MEDITAR LA RENUNCIA DEL PAPA”.
DOY FE, en Santiago de los Caballeros, a los catorce (14) días del mes de febrero del año del Señor dos mil trece (2013).

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