Tras varios días fuera de servicio, la plataforma tecnológica del Centro de Atención Ciudadana de la avenida Máximo Gómez comenzó a normalizarse a finales de esta semana.Sin embargo, las aglomeraciones en el interior de la institución persistían al mediodía de ayer, provocando las quejas de los usuarios por el largo tiempo de espera para recibir los diferentes servicios que allí se ofrecen.
“Esto debe mejorar. Se supone que todos estos procesos deben estar automatizados y dar un servicio a tiempo a la ciudadanía”, se quejó Emil Moquete, mientras esperaba su turno para solicitar un certificado de no antecedentes judiciales.
En el mismo tenor se expresó Juan Ramón Pichardo, quien afirmó que el Estado debe suprimir tanta burocracia y facilitar el proceso para obtener los diferentes tipos de documentos. “Después que uno hace una fila larguísima en el Banco de Reservas para pagar el impuesto tiene que venir aquí a hacer otra filota y dar muchísimas vueltas, porque ni un parqueo tienen para los contribuyentes. Uno le está dando un beneficio al Gobierno y tienen a uno cogiendo lucha”.
Baños en condiciones deplorables
De su lado, María Linares se quejó de que el lugar sólo cuenta con un baño para ambos sexos, cuyas condiciones de higiene dejan mucho que desear. “Aquí están abusando. Yo me estoy orinando hace rato y ni siquiera he podido usar ese baño porque es una asquerosidad. Es una falta de respeto a la dignidad de la gente. Uno está pagando y ni siquiera un baño decente hay”.
Dentro del grupo de personas que acudieron ayer al Centro de Atención Ciudadana se encontraban usuarios provenientes del interior del país, donde todavía los problemas en el sistema informático persisten.
Es el caso de María de los Santos, quien vino desde Barahona a legalizar un acto de venta. “En Barahona no hay sistema, fui a San Cristóbal ayer y tampoco nada. Cogí para acá a ver si resuelvo pero esto está crítico. Deberían poner esto más moderno para que la gente no pase tanto trabajo”.
El procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, admitió el pasado martes que el proceso se ha tornado lento debido a la acumulación de trabajo provocada por la salida del sistema informático.
Agregó que están a la espera de nuevos servidores los cuales serán adquiridos a través de una licitación a fin de eficientizar el servicio. “Eso dura varios meses, y ya se hizo antes de que colapsara el sistema”, adujo.
En estos centros se emiten los certificados de no antecedentes penales, requeridos por empresas, universidades e instituciones del Estado para admitir su personal. También los poderes especiales para viajes de menores, legalización de actos de venta, etc.
