Santiago.-Los tres menores agredidos sexualmente en la comunidad de Juncalito por el sacerdote de nacionalidad polaca Wojciech Gil comenzaron a recibir tratamiento psicológico debido a los traumas que presentan.
Mientras que representantes del ministerio público iniciaron un proceso de investigación y entrevistas en el municipio de Jánico, comunidad donde está ubicada una de las casas curiales de la Congregación San Miguel Arcángel, orden a la que pertenece el padre Alberto como es conocido en la zona.
En los próximos días podrían trasladarse hacia Juncalito, donde además tiene previsto hacer un trabajo de concienciación con los comunitarios para brindarles el apoyo y confianza a los padres y posibles víctimas.
La fiscal Luisa Liranzo informó que un equipo de psicólogos de la Unidad Contra Violencia de Género trabaja con los niños que presuntamente fueron abusados por el religioso.
“Lo que buscamos es que las gentes sientan apoyo y confianza, por eso hemos decidió que los equipos se trasladen hacia allá para que trabaje con la comunidad”, apunta Liranzo al ser entrevistada por El Caribe.
El primer encuentro del ministerio público se hizo el pasado lunes con representantes del movimiento Unión Fuerza y Seguridad, grupo que ha asumido las denuncias contra el sacerdote. También se entrevistó con el Arzobispo de Santiago, Ramón Benito de la Rosa y Carpio con la finalidad de comenzar hacer contactos con integrantes de la congregación en Polonia y que permita el regreso del cura católico.
La celebración de las fiestas patronales de Juncalito que se iniciaron el pasado martes deja al descubierto la división entre los que apoyan al padre Alberto y los que lo acusan de abuso contra los niños.
Los que se concentran en las fiestas se niegan a acudir a la parroquia, mientras que los feligreses más conservadores, le atribuyen a una campaña de descrédito contra Wojciech Gil.
