Miles marchan en Chile para exigir reformas al gobierno

SANTIAGO DE CHILE (AP) — Miles de personas marcharon pacíficamente el jueves en esta capital durante un paro nacional convocado por la principal central sindical del país para demandar al gobierno reformas laborales y políticas, pero al concluir

SANTIAGO DE CHILE (AP) — Miles de personas marcharon pacíficamente el jueves en esta capital durante un paro nacional convocado por la principal central sindical del país para demandar al gobierno reformas laborales y políticas, pero al concluir la multitudinaria manifestación se registraron disturbios y saqueos por parte de vándalos ajenos a la protesta.

También hubo marchas y manifestaciones en otras ciudades del país.

Al concluir la marcha en la capital, a ocho cuadras del palacio de gobierno, y cuando los miles de manifestantes se retiraban, grupos de encapuchado comenzaron a destruir señales del tránsito, a encender fogatas y a lanzar piedras.

La policía antimotines intervino con carros lanzagua y gases lacrimógenos para dispersar a los pertubadores, que también fueron repelidos por los propios manifestantes.

Los disturbios se extendieron a otros puntos de la ciudad y hasta el centro capitalino, donde los alborotadores saquearon locales comerciales y una sucursal bancaria y destruyeron los vitrales de una iglesia.

La marcha convocada por la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, se realizó en el marco del segundo día del paro nacional al que llamó la organización.

Para el gobierno el paro – iniciado el miércoles para concluir el jueves – tuvo escasa respuesta. La ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, dijo que solamente paralizó el 9% de los funcionarios públicos. Las autoridades cifraron en 50.000 los que marcharon en Santiago.

El presidente de la asociación que agrupa a los empleados fiscales, Raúl de la Puente, aseveró que el 80% de los funcionarios se solidarizó con la protesta, pese, según dijo, a que hubo presiones del gobierno, con su anuncio de aplicar sanciones económicas a los empleados que se plegaran al paro.

La CUT estimó en 600.000 los participantes en protestas en todo el país.

El vocero oficial, Andrés Chadwick, sostuvo que la mayor parte de los participantes fueron jóvenes y que por lo tanto no tuvo sentido el paro convocado por la central laboral.

Criticó los desmanes y dijo que el gobierno «reafirma su compromiso de garantizar el orden público».

La multitudinaria marcha del jueves fue precedida la noche del miércoles por numerosos focos de violencia en distintos puntos de la capital, que según el balance entregado por el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, arrojó un saldo de 108 detenidos en todo el país.

Entre los locales saqueados el miércoles en la noche figuraron supermercados y una municipalidad. A raíz de esos disturbios con barricadas y enfrentamientos con la policía, se registraron 348 detenidos y 36 heridos, entre ellos 19 policías. No hubo un balance inmediato sobre los desórdenes del jueves.

El primer día de paro fue considerado por el gobierno y el propio presidente Piñera como un fracaso. El informe oficial consignó que sólo 14% de los funcionarios públicos adhirieron a la huelga.

En algunos servicios públicos y centros hospitalarios se atendió poco público y en otros se acudió, pero no se trabajó y los funcionarios realizaron «jornadas de reflexión».

El transporte público funcionó normalmente los dos días del paro, al igual que las entidades bancarias y el comercio.

El gobierno ha insistido en que el paro no se justificaba y Piñera la víspera que está dispuesto a dialogar directamente con los sindicalistas y los estudiantes, aunque aún no ha dado ningún paso en ese sentido.

Los estudiantes secundarios y universitarios se mantienen desde hace casi tres meses en un paro por sus demandas de reformas profundas a la educación y el fin del lucro en establecimientos escolares cuyos propietarios cuentan con subsidios del estado.

El ministro de Economía, Pablo Longueira, en una reunión con empresarios, relató la experiencia de un padre que tenía capacidad económica para pagar la universidad solamente a uno de sus dos hijos.

«Si yo tuviera esa realidad, yo (también) marcho (como manifestante), y esto es lo que tenemos que cambiar en Chile, y esto es lo que debiéramos haber cambiado mucho tiempo atrás», expresó Longueira.

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