Está demostrado científicamente qué importante es para la salud el estado anímico de las personas. Cualquier situación que enfrentemos en nuestras vidas, pérdida de un ser querido, problemas económicos o de salud; enfrentarlas adecuadamente va a depender del manejo de nuestro estado de ánimo. Cuando alguien te da las gracias acompañada de una sonrisa, la recibes doble. Si nos proponemos cada día tratar de cambiar la actitud de hostilidad, autodefensa y agresividad, por sonreír y alegrar a aquel que muchas veces demandamos sus servicios, podemos contagiar alegría. Sé que es difícil, pero cuando alguien te falta el respeto con una respuesta inadecuada, y tú, por el contrario te excusas como si fueses quien está en falta, provocas en tu agresor, un sentimiento de vergüenza. Propongamos al levantarnos, antes de montarnos en el patín que nos estamos dejando arrastrar sin darnos cuenta y regalarnos a nosotros mismos “la primera sonrisa del día”. Empezar las mañanas contagiando a nuestros próximos, al esposo que durmió a tu lado, a tus hijos, esa persona que ayuda a los quehaceres de tu casa y así esta se va convirtiendo en un ente multiplicador altamente contagioso. Podemos transmitir algo que es completamente gratuito, ya que no hay dónde comprarlo, no obstante todos la necesitamos y a la misma vez disponemos de ella para llevarla dondequiera que nos movamos. Tengo un recuerdo hermoso de mi estadía en una pequeña ciudad de China, llamada Yiwu, en la cual no necesité el idioma para sentirme acogida, ya que bastó mirar las expresiones de sus rostros, la sonrisa de sus labios, para entender que estaban contentos con mi presencia. El día antes de salir, al despedirme, le pedí a mi intérprete que les dijese que estaba muy contenta de haberles conocido; donde no necesité palabras ni traducción, ya que en su sonrisa estaba plasmado el mismo sentimiento. Es tiempo de que empecemos desde hoy a contagiarnos unos con otros, y ver cómo cambia poco a poco todo nuestro entorno y, consecuencialmente, nuestro día y de quienes nos rodean (ya que hay personas que en un momento solo esa simple expresión necesitan y no encuentran quién la ofrezca), por medio de una simple, pero poderosa, sonrisa.
Momento para contagiar
Está demostrado científicamente qué importante es para la salud el estado anímico de las personas. Cualquier situación que enfrentemos en nuestras vidas, pérdida de un ser querido, problemas económicos o de salud; enfrentarlas adecuadamente…