En la misma cartelera en la que el puertorriqueño Miguel Cotto irá a una “misión imposible” cuando enfrente a Floyd Mayweather, el estadounidense Shane Mosley tendrá -y no exagero- un gran reto.
Hablo de gran reto porque Mosley, ganador de tres fajas mundiales, combatirá con el joven púgil mexicano Saúl -Canelo- Álvarez.
Y vaya coincidencia: En los dos principales combates del citado cartel, que tendrá como escenario la arena del hotel MGM de Las Vegas, Nevada, se disputarán cetros mundiales en el peso mediano junior (154 libras). Canelo Álvarez defenderá su corona mediano junior del Consejo Mundial de Boxeo, en tanto que Cotto hará lo mismo, pero en defensa del cinturón avalado por la Asociación Mundial de Boxeo.
En otros artículos expuse que los grandes del boxeo no saben retirarse a tiempo. Ahora tengo que reiterar el concepto porque Mosley, quien casi cumple 41 años, se arriesga a terminar su grandiosa carrera en forma humillante. Porque ante Canelo Álvarez, de 21años, no creo que tanga posibilidad de salir airoso. Lo más probable es que Mosley pierda por primera vez por nocaut…Mosley nunca ha sido noqueado. ¡Pero siempre hay una primera vez!
La fuerza (de la juventud) y la debilidad de la “vejez” serán puntos determinantes en el combate Mosley-Álvarez.
La diferencia de edad
En el deporte la edad pesa mucho. Es decir, no es lo mismo un atleta joven que un atleta entrado en edad.
Ejemplos los tenemos por montones. Hemos visto que un boxeador de excelente calidad y ya “viejo”, pierde ante un mediocre, pero de corta edad. Esto significa que la diferencia de edad en una pelea de boxeo es determinante para el resultado de victoria o fracaso.
Y eso es, precisamente, lo que va a ocurrir el cinco de mayo cuando Mosley (46-7, 39 nocauts), cruce guantes con Canelo Álvarez (39-0-1) quien puede ser su hijo.
Además de las condiciones que lo adornan, Canelo Álvarez es acompañado de la juventud.
¡Oh, juventud divino tesoro!
En esa pelea, después de todo, roguemos por la salud de Mosley.
