INTRODUCCIÓN
¿Puede surgir de un “drama”, como la guerra, algo positivo? Sí. He aquí algo positivo nacido de la Segunda Guerra Mundial a la luz del Evangelio.
Es nuestra quinta entrega de las casi 50 Asociaciones, Movimientos y Nuevas Comunidades de laicos presentes en la República Dominicana: el Movimiento de los Focolares, uno de los movimientos de la Iglesia Católica más conocidos y difundidos.
1. Mensaje de los Focolares
Sorprende la coincidencia, con la debida distinción, del rostro religioso y eclesial y del rostro laico y social de la obra de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares; un equilibrio dinámico entre contemplación y acción. Por otra parte, el mensaje en el que se inspira el Movimiento de los Focolares es el de Jesús, hombre-Dios. Ahora resulta fácil intuir cómo y por qué, desde los comienzos, se hayan adheridos a esta obra, que se extiende cada vez más vastamente, hombres y mujeres, sacerdotes y obispos, religiosos y religiosas pertenecientes a muchas familias espirituales, vírgenes y casados, niños, jóvenes, adultos, en todas las naciones del mundo. Incluso, quien no tiene un punto de referencia religioso, en el espíritu de los Focolares encuentra una fuente de inspiración para la propia vida, y se siente empujado a colaborar con el Movimiento para tutelar los valores universales como la paz, la justicia, la libertad, la protección de la naturaleza.
2. Los inicios
Su historia comienza en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, en la ciudad de Trento, en el norte de Italia. Es una historia simple, como son simples las cosas de Dios, pero como es obra Suya, está destinada a provocar en el mundo una corriente de vida nueva que es imposible detener. Chiara, entonces una joven de 23 años, así cuenta los orígenes del Movimiento: “Me encontré con algunas compañeras, el país estaba en guerra… Veíamos que nuestros pequeños ideales desaparecían, nos encontramos frente a una realidad: todo se derrumba, y todo es vanidad de vanidades, como dice la Biblia. Pero yo sentí dentro como si alguien me preguntara: “¿existirá un ideal que no se derrumba, que ninguna bomba puede destruir? ¿Existirá?” Y se lo comuniqué a mis compañeras. Sí, existe. Es Dios. Y dije “Hagamos de Dios el ideal de nuestra vida”. Dios, que en ese momento se nos manifestó como amor. Hemos creído en el amor. Y como consecuencia nos dijimos: “Si es amor, ¿cómo vivimos este ideal, esta elección de Dios amor que hicimos? Y el Evangelio nos contestó que había que vivir la palabra de Dios, sobre todo esa en la cual se concentra todo el Evangelio, la Ley y los Profetas: el amor, ese amor del que hablábamos antes.” (Citas de escritos y/o libros de Chiara Lubich).
3. Primera comunidad
En pocos meses en Trento, Italia, florece una comunidad sobre el modelo de los primeros cristianos, cuyo único vínculo es el amor evangélico, caracterizada por la plena comunión de bienes espirituales y materiales. No se pide otra cosa, porque cuando el amor de Dios entra, la vida se transforma sola, desde adentro. “Es necesario vivir el amor sobrenatural, que el Espíritu Santo derrama en nuestros corazones, con sus exigencias especiales y sus características. Por ejemplo: es un amor que ama a todos, inclusive al enemigo. Es un amor que ama en primer lugar, no espera ser amado, como Jesucristo que murió por nosotros cuando éramos pecadores, es decir, cuando no amábamos. Es un amor concreto, un amor que se hace uno con el otro, como hizo el Verbo de Dios que se hizo hombre para ser como nosotros. Este tipo de amor tiene todas estas cualidades, y es el que tratamos de vivir como cristianos.” (El Arte de Amar, Chiara Lubich, Ciudad Nueva 2006).
4. Más allá de Trento
Es una vida contagiosa que muy pronto se extiende más allá de los muros de la pequeña ciudad de Trento. La aceptan personas de muchas partes de Italia, después llega a toda Europa, y a partir de 1959 atraviesa sus confines; (llega a los demás continentes) y comienza a ser reconocida como “una corriente de espiritualidad centrada en el amor evangélico, que procura suscitar “la espiritualidad de la unidad” en toda “la familia humana”. El 19 de agosto de 1984 Juan Pablo II hizo una visita memorable al actual Centro del Movimiento, donde, entre otras cosas dijo: “(…) El amor es (…) la chispa inspiradora de todo lo que se hace con el nombre de los Focolares, de todo lo que ustedes son, de todo lo que ustedes hacen en el mundo. (…)” (El Grito, Chiara Lubich, Ciudad Nueva, 2000).
5. Carta magna de los Focolares
El testamento de Jesús, “Que todos sean uno” (Juan, 17, 21) corazón y síntesis de su mensaje y de su vida, se convierte en la carta magna del Movimiento de los Focolares que está naciendo. El imperativo evangélico del Ut unum sint no podía encerrar semejante impulso carismático entre los límites de la Iglesia Católica. De hecho, muy pronto la espiritualidad de la unidad penetró en el mundo de las iglesias ortodoxa, luterana, reformada, anglicana… dando vida a lo que fue llamado el ecumenismo del pueblo.
Más inesperado, y por eso más fascinante, ha sido el encuentro en los últimos decenios con las grandes tradiciones religiosas de la humanidad y sus líderes más importantes, que han visto en Chiara Lubich una embajadora de la paz, del diálogo y la fraternidad en todo el mundo: desde Tokio a Camerún, desde Chiang Mai, al norte de Tailandia, a la mezquita de Malcolm X, de Harlem, NY.
La regla de oro ha sido el vehículo para garantizar el vínculo de amor con cada prójimo “No hagas al otro, lo que no quieres que te hagan a ti”. A la obra y al pensamiento de Chiara se les reconocen la contribución dada al desarrollo de una cultura del diálogo y de la paz. Se suceden así los reconocimientos más variados: premios internacionales, decenas de ciudadanías honorarias, honoris causa en prestigiosas universidades de todo el mundo.
6. Economía de comunión
Uno de los proyectos que promueven los Focolares, nace durante un viaje de Chiara a Brasil, en 1991, que visita las favelas. Allí surge el proyecto de la Economía de Comunión, para ofrecer una respuesta al drama de la pobreza extrema de muchos en esa nación. “Tendrían que nacer empresas dirigidas por personas capacitadas, de manera que las hagan funcionar, y las ganancias tendrían que ser puestas en común”. Las 800 empresas que actualmente se adhieren al proyecto en muchas naciones del mundo deciden libremente subdividir las ganancias en tres partes, destinándolas: a ayudar a las personas con dificultades económicas, a la formación en la cultura del dar, y para el desarrollo de la empresa.
7. Un signo de fraternidad universal
Es una moderna escuela de santidad, abierta a todos. Una santidad donde todo sucede en la comunión puesta en práctica, más allá de las diversidades de cultura, grupo social o estado de vida. Una santidad de pueblo que persiguen los miembros del movimiento, en todas las latitudes, y que se hace evidente en las 20 ciudadelas surgidas en los cinco continentes, verdaderos bosquejos de una sociedad renovada por el amor. Es una demostración elocuente de que la fraternidad universal, el designio de Dios sobre la humanidad, no es un sueño.
8. De Trento a República Dominicana
Chiara Lubich nació en Trento, Italia, el 22 de enero de 1920. En los años 40 inicia lo que hoy se conoce como Movimiento de los Focolares, del cual fue fundadora y presidente hasta su fallecimiento en Rocca Di Papa, Italia el 14 de marzo del 2008. Hoy en día el Movimiento de los Focolares está presente en 182 países, cuenta con alrededor de dos millones de adherentes y simpatizantes, en su mayoría católicos, pero no sólo eso. Forman parte, en distintos modos, miles de cristianos de 350 iglesias y comunidades eclesiales: muchos fieles de varias religiones, entre los cuales hay hebreos, musulmanes, budistas, hindúes, sikh… y personas de convicciones no religiosas. En el país el Movimiento de los Focolares tiene presencia comunitaria en varias ciudades, sobre todo La Romana, Santiago Rodríguez, Mao, Santiago y Santo Domingo. De las actividades más importantes que realiza está la Mariapolis, encuentro abierto a todos, que se celebra cada verano en Pinar Quemado, Jarabacoa.
CONCLUSIÓN
CERTIFICO que todos los datos de mis artículo “El Movimiento de los Focolares” me fueron suministrados textualmente por sus directivos en República Dominicana.
DOY FE, en Santiago de los Caballeros, a los trece (13) días del mes de marzo del año del Señor dos mil catorce (2014).
