Mujeres Pioneras Dominicanas, de Valentina Peguero

Pocos países de América, y quizás del mundo, cuentan con una historia donde la mujer haya jugado un papel tan determinante como la República Dominicana.

Pocos países de América, y quizás del mundo, cuentan con una historia donde la mujer haya jugado un papel tan determinante como la República Dominicana. Es lo que demuestra la profesora Valentina Peguero en su voluminoso libro Mujeres Pioneras Dominicanas: Datos Biográficos y Bibliográficos, de 886 páginas, que probablemente deba tirar otras ediciones donde de seguro surgirán nuevos nombres de heroínas anónimas, merecedoras del reconocimiento de la sociedad en estos tiempos de antivalores.

Desde patriotas de la Independencia como Chepita Pérez, María Trinidad Sánchez, Concepción Bona y Juana Saltitopa hasta dominicanas de esta época destacadas en las disciplinas de educación, literatura, filantropía, religión, feminismo, artes, comunicación, deporte, activismo cultural, política y todas las profesiones universitarias en las que compiten junto a los hombres.

Con una vasta bibliografía que además de los libros de historia incluye consultas a periódicos y revistas, la autora, profesora emérita del Departamento de Historia de la Universidad de Winsconsin-Steven Point, Estados Unidos, avala sus juicios que llevan al lector a preguntarse, ¿cómo es posible que la sociedad dominicana no recuerde con más constancia esas damas talentosas que aportaron tanto a nuestro país?

Son impresionantes las semblanzas de Evangelina Rodríguez, la primera médica dominicana y oriunda de San Rafael del Yuma, muerta de inanición en la Era de Trujillo; la sancristobalense Alicia Hasbún Handal y la higüeyana Luciola Pión, en los deportes; Victoria de la Cruz (Doña Chucha) y María de las Nieves Sierra, en la filantropía; María Ugarte, en el periodismo; las mártires de Salcedo, Minerva, Patria y María Teresa en la lucha por la libertad; la mártir de Hato Viejo, Yamasá, Florinda Soriano (Mamá Tingó), en la lucha de los campesinos por el derecho tierra, por solo citar algunas.

Un riesgo enorme corren estas investigaciones y es la de omisiones de figuras que merecieron estar presente. Yo esperaba encontrar a la pionera Celsa Albert, profesora e investigadora, como Peguero.

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