Además del abuso físico del que fue víctima la niña de tres años captada en un video, y por el cual su bisabuela María Remedio Minyetty fue enviada por tres meses de prisión preventiva como medida de coerción, también es huérfana de padres vivos.La infante es una de cinco hijos, de diferentes padres, traídos al mundo por la señora Natividad Benítez, quien es adicta a las drogas, residente en el sector Capotillo y que por demás carece de documentos de identidad, al igual que sus vástagos.
Ella y dos de sus hermanos están bajo la responsabilidad de Remedio Minyetty, quien reside en el sector 24 de Abril, Las Cañitas, del Distrito Nacional, junto a otros cuatro nietos de ella, a los cuales mantiene vendiendo “mabí”, hielo, habichuela blandita (cocida), “armando san” y otros oficios que les permitan obtener los recursos económicos necesarios para el sustento familiar.
Francisco Mejía Minyetty, tío de los niños, al igual que residentes en el sector, condenan la agresión de la cual fue víctima la niña, sin embargo aclaran que la agresora siempre ha cuidado de los infantes desde que eran bebés y que todo fue producto de ataque de nervios.
La agresión se produjo después de que la menor de edad manipulara el cable de energía eléctrica pegado al interruptor de la pequeña vivienda de dos habitaciones, una de las cuales funciona también como cocina, más una estrecha sala donde hay una nevera y un ‘frízer’ utilizado para su negocio.
“Mi mamá le dio esa pela a esa niña porque ella desconectó ese alambre, lo jaló con to’ y ella se quedó pegada. Cuando vio a esa niña tirada ahí con el alambre, le dio. Ella se asustó y le atacó una crisis de nervios”, expresó Mejía.
El Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), a través de su trabajadora social y el departamento legal, tiene a la infante y a su hermano de nueve años de edad en un hogar de paso hasta tanto concluyan las investigaciones del caso.
Los demás niños y adolescentes que viven con Minyetty están ahora con otros familiares hasta tanto haya una orden judicial o del Ministerio Público que les ordene tenerlo en un hogar de paso.
Hace unos años la vida de María fue marcada por la tragedia luego de que una de sus hijas en estado de gestación fuera asesinada por su pareja, obligándola a hacerse cargo de un pequeño que quedó en la orfandad.
“María no era violenta y no se puede decir lo que no es de una persona, de que el momento la llevara hacer eso, y nadie lo justifica, pero todo eso vino de la presión con los nietos grandes que la irrespetan mucho”, relató Yermin Mateo.
Dice castigo físico es una cultura del país
El Conani investiga cuáles son los parientes idóneos para quedarse con los hermanitos que están en el hogar de paso, puesto que de acuerdo a las evoluciones en la residencia había un maltrato permanente hacia los niños. Penélope Melo Ballesteros enfatizó que la crianza a base del maltrato físico es cultural en el país por lo que se hace necesario crear más conciencia en los padres y tutores de que con el castigo físico no eduquen a los niños.
