Autoridades del hospital Robert Reid Cabral manifestaron ayer preocupación por la cantidad de niños que atienden en ese centro por haber ingerido sustancias químicas o por haberse tragado algún objeto que pone en peligro su vida.Milena Cabrera, jefa del Departamento de Gastroenterología del hospital infantil, dijo que según las estadísticas del centro, en el primer año que tiene en funcionamiento la Unidad Endoscópica, se han realizado 296 procedimientos y de estos 155 involucraron a pacientes que ingirieron alguna sustancia cáustica o se tragaron algún objeto.
“La ingesta de sustancias cáusticas, o sea, sustancias que queman, y la ingesta de cuerpos extraños, siguen siendo las principales urgencias que se atienden en esta unidad. Esto representa el 50% de los casos atendidos aquí”, expresó la doctora Cabrera durante una rueda de prensa.
Explicó que los cáusticos más frecuentes son detergentes, desoxidantes hipocloritos o lejías y otras sustancias que pueden producir la muerte en pocas horas o dejar importantes secuelas de por vida a los infantes. También expresó que otros diagnósticos preocupantes se dan por ingesta de cuerpo extraño como monedas, restos de alimentos, tornillos, clavos y hasta pilas de relojes.
Llamado a los padres
“Es por eso que queremos llamar la atención de los padres y la población en general para que cuiden de sus niños, que eviten dejar a su alcance cualquier sustancia química que tanto estragos les causa cuando las ingieren”, sugirió la doctora en rueda de prensa.
Citó un caso reciente de una niña de tres años que fue llevada a la emergencia del centro tras ingerir cemento gris y la madre le dio leche. “Ya se imaginan lo que sucedió con el esófago de la menor y lo que debimos hacer para salvarle la vida. Gracias a Dios que los daños fueron mínimos”, comentó.
