El nudo gordiano de nuestro sistema vial (2 de 2)

En el presente escrito se definen las medidas para adecuar operativa y estructuralmente el dificultoso tramo de autopista de 10 kilómetros entre el aeropuerto de Las Américas y Boca Chica. Asimismo, se indica el beneficio económico originado por…

En el presente escrito se definen las medidas para adecuar operativa y estructuralmente el dificultoso tramo de autopista de 10 kilómetros entre el aeropuerto de Las Américas y Boca Chica. Asimismo, se indica el beneficio económico originado por dicha iniciativa.

Beneficios económicos y sociales del proyecto
Los beneficios pueden sintetizarse como sigue:

(i) Reducción en los costos de accidentes
•El Banco Mundial ha estimado el costo económico de cada accidente fatal como 70 veces el PIB per cápita, y un 25% de dicho monto para cubrir la indemnización en los percances con heridos y daños a la propiedad (Highway Development and Management Model, HDM-4).

•Con un PIB por habitante de US$6,300/año, el costo de cada muerte en un accidente de tránsito en nuestro país habría de estimarse en $440 mil dólares, y en $110 mil dólares los perjuicios debidos a un accidente no fatal, aunque con heridos y daños a la propiedad.

•En tal caso, los accidentes de tráfico que anualmente ocurren en el tramo de 10 kilómetros del Aeropuerto a Boca Chica ocasionan un costo a la economía social estimado en US$21.3 millones anuales.

•Las medidas consideradas dentro del proyecto de adecuación operativa y estructural están dirigidas a reducir los índices de accidentalidad en el tramo Aeropuerto-Boca Chica, como mínimo, a los niveles prevalecientes en el trayecto de Santo Domingo al Aeropuerto (que sí dispone de una vía marginal para regular los accesos). Bajo estas nuevas condiciones, el costo anual de los accidentes se reduciría a menos de la quinta parte de las cifras actuales, lo que anticipa un beneficio anual en el orden de US$17.3 millones durante el primer año de operación del proyecto luego de su adecuación operativa y estructural.

(ii) Reducción en los costos de operación de vehículos
•Los costos de operación de vehículos (combustibles, lubricantes, neumáticos, mantenimiento menor y piezas de recambio, reparaciones mayores, etc.) se incrementan con las interrupciones del tráfico y en los períodos ociosos (por ejemplo, en espera del cambio de luz bajo un semáforo, o en la fila detrás de un vehículo pesado que circula a baja velocidad).

•Las obras consideradas en el proyecto permitirán la eliminación de semáforos y otros obstáculos que actualmente interrumpen el tráfico expreso de la autopista. En tal circunstancia, los costos de operación de vehículos, que representan US$46.7 millones anuales en la condición actual, se reducirían a US$35.2 millones, con un ahorro de US$11.5 millones durante el primer año de operación de la obra.

(iii) Reducción del tiempo de viaje de los usuarios
•Debido a los innumerables obstáculos, conflictos e incertidumbres presentes en la cotidianidad del tramo de autopista entre el Aeropuerto y Boca Chica, los vehículos se ven obligados a reducir la marcha, por lo general, a una tercera o cuarta parte de la velocidad con que ingresan a este enigmático trecho vial.

•En efecto, y de acuerdo a mediciones recientes efectuadas en el lugar, el tiempo gastado en recorrer el trayecto puede estimarse (como promedio para los diferentes tipos de vehículos) en unos 25 minutos. Al eliminarse las distintas restricciones que afectan el flujo vehicular (semáforos, peatones, motocicletas), la duración del viaje se reduciría a menos de 10 minutos.

•En promedio, unos 122,000 viajeros se desplazan cada día en el tramo Aeropuerto-Boca Chica. Con un valor medio de US$3.30/hora por cada transeúnte, y un ahorro de 15 minutos en el viaje, los beneficios debidos a la reducción del tiempo de recorrido ascenderían a unos US$36.7 millones durante el primer año de operación de la autopista modificada.

Rentabilidad económica de la inversión
•A los fines de un análisis referencial, se estimó en US$100 millones la inversión financiera requerida para ejecutar el proyecto.

•En los estudios económicos de factibilidad se han de considerar los costos y los beneficios en términos económicos, esto es, deduciendo de su valor financiero (o de mercado) las denominadas “transferencias” (tasas, impuestos, aranceles, subsidios, etc.), que no expresan un consumo de recursos reales. En este tipo de evaluación, los organismos multilaterales (BID, Banco Mundial) suelen emplear un factor de conversión de 0.85, a fin de transformar los valores financieros (de beneficios y costos de inversión) en valores económicos.

•La Tasa Interna de Retorno económico (TIR) de la inversión total, que considera los beneficios económicos por (i) reducción de accidentes, (ii) ahorro en los costos económicos de operación de vehículos y (iii) disminución del tiempo de viaje, se estimó en una robusta cifra de 78.7%, en tanto su Valor Presente Neto (VPN, descontado a 12%) asciende a US$471.7 millones.

•Con el objeto de determinar la fecha óptima para realizar una inversión, es recomendable emplear el concepto de Tasa Interna de Retorno inmediata (TIR-i). Dicha cifra representa el cociente obtenido al dividir los beneficios del primer año entre la inversión total prevista. Se considera justificado el inicio inmediato de un proyecto sólo cuando la TIR-i supera el costo social de oportunidad del recurso económico (12% en nuestro caso).

•En el proyecto de adecuación operativa y estructural del tramo de autopista Aeropuerto-Boca Chica el beneficio del primer año (US$63.4 millones) respecto a la inversión económica total (US$85 millones), alcanza el 74.6%; un nivel por lo menos seis veces superior al costo del recurso financiero (12%). Desde esta perspectiva, la ejecución inmediata del proyecto resulta sobrada de justificaciones.

Análisis de sensibilidad del proyecto
•El análisis de sensibilidad permite cuantificar, céteris páribus, los efectos suscitados por cambios en las distintas variables que intervienen en la estructura de un proyecto. En este caso, las magnitudes principales a considerar serían: el costo total de la obra y la tasa de crecimiento de la demanda de tráfico.

Aumento en el costo de la obra.
Con un aumento de 25% del costo, la TIR se reduce a 63.3% (>>12%)
Con un aumento de 50% del costo, la TIR se reduce a 53.0% (>>12%)

Reducción en la tasa de demanda del tráfico.
Con una tasa nula de crecimiento del tráfico, la TIR se reduce a 74.5% (>>12%)

Ambos cambios a la vez:
Con un aumento en el costo de 50%, junto a una tasa nula de crecimiento del tráfico, la TIR se reduce a 48.8% (>>12%)

Conclusiones

Conforme a la magnitud de los argumentos antedichos, podemos afirmar que ninguna obra, absolutamente ninguna dentro del horizonte de los proyectos públicos definidos o acaso visibles en el momento, reviste la urgencia de este pequeño nudo gordiano de nuestro sistema vial principal. En la construcción del Corredor Turístico del Este, de Santo Domingo hasta La Romana, Punta Cana y Miches, el Estado dominicano ha invertido ingentes sumas, con resultados materiales que, por la elevada calidad técnica no menos que por su funcionalidad y su estética, asombran a nativos y a extranjeros.

Como contraste, el recorrido de los 10 kilómetros de autopista entre el Aeropuerto y Boca Chica suscita un insano pesimismo que, de la peor manera, invalida y desconoce el cúmulo de sacrificios implícito en las gestiones de nuestra administración pública.

Celebro, pues, la voluntad y el empeño del gobierno por solucionar este engorroso conflicto. Y vaticino –créanmelo– que muy pocas iniciativas oficiales darán lugar a tanta y a tan genuina satisfacción ciudadana. 

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