La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha tomado dos decisiones importantes en poco tiempo. Primero fue la condena al embargo que mantiene Estados Unidos contra Cuba y ahora con una abrumadora mayoría la Asamblea General aceptó elevar el estatus de Palestina a “Estado observador no miembro”.
Aunque esta decisión no da plenos derechos ante ese organismo al pueblo palestino, implica un reconocimiento internacional a su soberanía en esa disputada franja territorial de Oriente Medio.
La solicitud de esta aprobación estuvo encabezada por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, quien necesitó 22 minutos de discurso para ganarse la simpatía de los presentes. De los 193 países miembros de la ONU, 138 votaron a favor y sólo 9 en contra. Otros 41 se abstuvieron.
De manera vehemente Abbas solicitó a la Asamblea “dar un certificado de nacimiento a la realidad del Estado palestino”, y permitir la paz entre árabes e israelíes. “La ocupación debe terminar. No necesitamos más guerras para comprender la importancia de la paz”, dijo el líder de esa nación.
La nota más triste de ese acontecimiento la puso de nuevo Estados Unidos, que votó en contra, tal y como lo hizo con la solicitud de que se levante el bloqueo a Cuba. Ya es como una tradición que ese país siga privilegiando a Israel en ese conflicto y está en su pleno derecho actuar de esa manera. Lo preocupante es que el Gobierno de Estados Unidos en cuestiones como estas siga al lado de las minorías. En el caso de Cuba se sumó a sólo dos países, Israel y Palau. Ahora, en el caso palestino, Estados Unidos apenas lidera a ocho países que rechazaron la aprobación.
Como ha de suponerse, este acontecimiento llenó de júbilo al pueblo de Palestina que durante tantos años ha tratado de construir su nación de manera independiente. Los reportes de prensa cuentan que una multitud salió a festejar. Las escuelas permanecieron cerradas y los empleados públicos abandonaron antes sus trabajos y salieron a las calles para ondear banderas rojas, negras y verdes. El pueblo palestino está de fiesta y con él todos los pueblos del mundo que han visto como su afán por alcanzar la paz ha sido su principal bandera.
