Mientras creyentes rogaban de rodillas y con velas encendidas el amparo de la “virgen protectora de los dominicanos” en un espacio apartado para su veneración en la iglesia La Altagracia, Zona Colonial, en el altar del templo autoridades eclesiásticas se manifestaban contra la injerencia extranjera.“Estamos hartos de que nos digan lo que tenemos que hacer”, dijo Monseñor Víctor Masalles en medio de la homilía a cientos de feligreses que acudieron ayer al referido templo en la calle Hostos, por motivo al Día de La Altagracia.
Deploró la injerencia extrajera en temas que competen a la República Dominicana. El también economista y filósofo pidió a la Virgen de La Altagracia proteger al pueblo dominicano para que esta nación no pierda su fe.
El obispo católico abogó, además, por una educación que no degrade a la sociedad. “Que no sean los de afuera los que nos vengan a decir lo que hay que hacer. Lo peor es que muchos dominicanos aplauden eso, que dicen está bien porque ellos son los que mandan y lo único que sale de esto es la tristeza de ser esclavizados”, sostuvo. De igual modo, manifestó que hay sectores de la vida nacional que intentan desaparecer el cristianismo y destruir los valores de la iglesia.
Destacó la importancia de la familia como institución principal de la nación. También se manifestó contra aquellos candidatos políticos que, a su juicio, no defienden sus criterios debido a que son arrastrados por otras corrientes.
“Votan por lo que les imponen, por lo que les pagan, o por lo que dice el bloque. Sabemos muy bien que es así que se toman las decisiones. No siempre un legislador tiene ideas propias. No siempre está ahí para defenderlas, sino porque le pagaron, lo mojaron, porque el bloque entero ha dicho que es así, porque políticamente conviene”, afirmó.
En tanto, la misa oficiada por Jesús Castro, rector de la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD), estuvo salpicada de críticas hacia las costumbres antinatura extranjeras.
