Ofrendas florales, tradición que perece en el zafacón

Desde los días previos al bicentenario, el 26 de enero, y hasta este 27 de febrero, por el Altar de la Patria desfilaron distintas instituciones para depositar ofrendas a los forjadores de la nacionalidad.

Desde los días previos al bicentenario, el 26 de enero, y hasta este 27 de febrero, por el Altar de la Patria desfilaron distintas instituciones para depositar ofrendas a los forjadores de la nacionalidad.Desde las 8.30 hasta las 11:45 de cada día, el solemne mausoleo, recibe entre seis y siete coronas, lo que de acuerdo con un sencillo cálculo permite deducir que durante el mes de la Patria se depositaron alrededor de 210 ramilletes de flores.

Ayer domingo, 30 coronas, entre frescas y marchitas, adornaban el lugar, entre las que figuraban las del Banco Central, la Contraloría General de la República, la Superintendencia de Electricidad y el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones.

La última en llegar fue la del Ministerio de Administración Pública, cuya entrega fue encabezada por su titular Ramón Ventura Camejo.

Los claveles, rosas, margaritas y pompones, rojos, azules y blancos, predominan en los originales diseños en forma de escudo, bandera nacional o corona, que una vez concluye el tradicional ceremonial (toque de corneta, Himno Nacional, discurso) son colocados por los cadetes de la Guardia de Honor de las Fuerzas Armadas en las paredes laterales del monumento donde reposan los patricios.

Coronas cuestan de 14 a 20 mil pesos

Pero, ¿alguna vez se ha preguntado cuál es el destino final de estos vistosos y costosos arreglos ornamentales, cuyo monto oscila entre los RD$14 y 20 mil, cuando sus pétalos marchitan? La respuesta es simple: el zafacón.

El personal de Protocolo de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias que se encarga de recibir a cada institución y a sus respectivos representantes en la puerta del Parque Independencia y acompañarles hacia el mausoleo, explicó que está prohibido que las flores sean tocadas o hurtadas por los visitantes, en su mayoría provenientes de colegios y escuelas, así como turistas.

El proceso para “deshacerse” de las flores una vez muere el esplendor de los espectaculares arreglos comienza en su disecado, se marchita producto del calor del recinto y finaliza en la basura. “Esperamos que las flores de descompongan dentro y luego las apartamos a un lugar para que se terminen de secar totalmente”, narró una empleada.

Reporteros de elCaribe comprobaron que al finalizar su lozanía las coronas son desarmadas y sus pétalos marchitos y cintas, son depositados en los tanques de basura que se encuentran alrededor del monumento.

“Eso es vanidad, se gastan miles de pesos en flores para estatuas que ni sienten ni padecen, en vez de dárselo a los pobres, yo creo que eso honraría más a Duarte que venir a traerle flores”, criticó el ciudadano Luis Francisco.

Las flores servían para evitar hedor de difuntos

Todo parece indicar que el origen de esta costumbre se remonta a la antigüedad, en la que los muertos eran expuestos durante varios días y comono existían técnicas de embalsamamiento, se les colocaban flores e inciensos para aminorar el hedor que emanaban producto de la descomposición.

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