El discurso de toma de posesión del presidente Danilo Medina ha sido tan motivador, humano y amoroso, que entusiasma a decir: “A la orden, señor Presidente”. La sociedad fue llamada a integrarse en la construcción del país visualizado por Medina y nuestros corazones están esperanzadoramente abiertos.
Entre tantas estimulantes ideas y anuncios esbozados por el mandatario, particularmente me encanta el de erradicación del analfabetismo en los próximos dos años. Es impúdico pregonar avance y modernidad cuando acusamos más de un 10% de analfabetismo. Era impostergable poner en marcha la voluntad y los medios para desterrar ese oprobio, como han hecho Ecuador, Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Argentina, bajo el paradigma cubano. ¡Por fin!