Padre de joven ultimado de un tiro en Montecristi pide justicia

El padre de un joven ultimado en el paraje El Ahogado, Palo Verde, en la provincia Montecristi, exigió este lunes a las autoridades judiciales aplicar todo el peso de la ley contra los acusados de cometer el crimen.

El padre de un joven ultimado en el paraje El Ahogado, Palo Verde, en la provincia Montecristi, exigió este lunes a las autoridades judiciales aplicar todo el peso de la ley contra los acusados de cometer el crimen.

Rafael Darío Peralta, padre de Edwin Isidro Peralta Peralta, de 19 años, narró a elCaribe que  el hecho ocurrió cerca de las 12:00 de la madrugada del pasado sábado, a apenas tres casas de donde residía con su hijo, en la calle principal del Ahogado Arriba, y no durante la celebración de las fiestas patronales como han publicado algunos medios de comunicación.

“Él ya había entrado el motor y se estaba preparando para acostarse cuando recibió una llamada en su celular de uno de los muchachos con los que siempre se juntaba y salió para la casa de uno de ellos, a tres casas de aquí. En menos de tres minutos se oyó un disparo y yo salí a ver lo que había pasado porque había estado llamándolo y no me contestaba el teléfono”, narró.

Con la voz entrecortada, Rafael Peralta contó que tras suceder el hecho, en vez de socorrerlo y avisarle de lo sucedido, los cuatro jóvenes que le acompañaban huyeron del lugar, por lo cual responsabiliza a los nombrados Víctor, Wilson y Cristian de la Rosa de ser los principales sospechosos de cometer el  crimen.

“Yo tuve que levantarlo porque sus propios amigos me lo dejaron tirado ahí, con un disparo en el ojo, todos se fueron”.

Peralta dijo que según le han contado algunos lugareños, en la mañana del suceso el occiso había tenido una  discusión con uno de ellos relacionada con una pelea de gallos.

Rafael Peralta pidió a las autoridades policiales y judiciales esclarecer la muerte del joven, quien asegura tenía un prometedor futuro en el béisbol.

Edwin Isidro Peralta Peralta murió la madrugada del sábado mientras recibía atenciones médicas en el hospital público de Villa Vásquez, y tuvo que ser trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) de Santiago por la falta de un médico legista que le practicara una autopsia.

Ayer domingo, los moradores de la calle donde residía el joven encendieron velas en reclamo de justicia y su padre dijo estar dispuesto a ir a todas las instancias posibles para que su asesinato no quede impune.

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