José Daniel Rodríguez tiene muchos años trabajando herrería en la provincia Sánchez Ramírez. No gana mucho dinero en esa actividad, pero ha sabido desenvolverse bien con los bancos y otras entidades del ramo.A esas instituciones José Daniel no solo les queda bien, sino que siempre les “echa mano” para un préstamo mayor, aprovechando que es un buen sujeto de crédito. “A mí todos quieren ponerme dinero en las manos o una tarjeta de crédito porque saben lo´buena paga´ que soy”, dice el herrero a sus amigos, siempre que tiene la oportunidad de hacerlo.
Para personas como José Daniel, las puertas de las instituciones financieras siempre están abiertas, y para los ciudadanos que no son como él, porque les falta disciplina sobre esa materia, hay abierta toda una campaña de educación desde distintos ámbitos para que aprendan a manejarse y a manejar el dinero, para que les rinda y su mal uso no los meta en problemas. Esa campaña, amplia y masiva, proviene tanto de la Superintendencia de Bancos, como del Banco Central, de la Asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana (ABA) y de los propios bancos, de manera individual.
El trabajo que realizan las autoridades y la banca formal fue algo planificado. El propósito es tener dominicanos con mayor capacidad de manejo, para que eso se traduzca en beneficios, tanto para la persona como para los negocios en general, según han dejado saber algunos de los involucrados en los procesos educativos.
Cuando una persona tiene conciencia sobre el manejo de sus finanzas personales está en condición de afrontar los compromisos que envuelven dinero. Y a las instituciones financieras les interesa que la gente se comprometa, con eso obtienen resultados por concepto de tasas de interés y amplían la clientela.
De hecho, con frecuencia los bancos habilitan opciones de negocios y nuevos instrumentos a los que se puede acceder. Para eso es vital que el historial crediticio del aspirante esté “impecable”. De lo contrario, si éste ha tenido mal manejo difícilmente pueda acceder a ninguna facilidad, por muchas que haya disponibles en el mercado.
Desde enero de este año 2014 la Superintendencia de Bancos lanzó una campaña de educación financiera para el público que ha abarcado distintas fases y etapas , incluyendo temas como el ahorro (de lo que no hay mucha cultura en RD), la planificación financiera y el manejo del crédito, entre otros aspectos relativos al manejo de las finanzas personales. En procura de sumar a una “causa” que no es de uno, sino de muchos, por distintas vías se han visto también programas novedosos del Banco Popular, el de Reservas, algunas asociaciones de ahorros y préstamos, y otros actores del sector. Cuando la Superintendencia inició su campaña, la dirigió a los usuarios del sistema, así como a personas no bancarizadas, en busca de estimular su inclusión financiera. Eso dijo para entonces Rafael Camilo, el superintendente de Bancos.
Se ha hecho énfasis en la necesidad de que los usuarios tengan en cuenta sus ingresos y compromisos previos antes de contraer otras responsabilidades, evitando así comprometer su salud financiera personal. La Ley Monetaria y Financiera 183-02 en su artículo 53 establece las responsabilidades de educar y proteger a los usuarios. Los consejos sobre cómo ahorrar, como gastar rindiendo más el dinero y sobre la importancia de usar la tarjeta de crédito y pagarla en los plazos correctos se emiten por la radio, la televisión, en el internet, incluidas las redes sociales; en Youtube, brochures y otras herramientas que facilitan los tiempos actuales y la tecnología cada vez más desarrollada.
Entre el 10 y el 14 de marzo el Banco Central desarrolló un evento denominado “Semana Económica”, donde se impartieron charlas, se dictaron conferencias y se distribuyó material educativo sobre manejo de finanzas. Una de las charlas se denominó “Decálogo para cuidar tu bolsillo”. A esa actividad asistieron estudiantes de unos 38 colegios, liceos, empleados y público general.
Una suma de varios
A la jornada se sumaron los bancos ADEMI, ADOPEM y Peravia; Betametrix, SA; el Ministerio de Industria y Comercio; la Oficina Nacional de Estadísticas, y las superintendencias de Banco, de Pensiones y de Valores, así como el anfitrión Banco Central de la República Dominicana, en una suma de voluntades para crear conciencia sobre el tema.
La ABA ha puesto a disposición del público una guía sobre la naturaleza y el uso de la tarjeta de crédito, incluyendo un glosario de términos para mayor comprensión del producto.
Para contribuir con la cultura financiera, la organización que agrupa los bancos comerciales del país ha llevado un programa de difusión de fascículos ilustrados con historietas sobre los principales temas de la industria bancaria que el público debe conocer. Incluso, lo ha hecho en formato e-book, que permite una fácil lectura en diferentes dispositivos con conexión a internet.
Tarjetas para todo aquel que sepa usarla bien
Según datos oficiales de la Superintendencia de Bancos y el Banco Central, al 30 de abril del 2014, en el país se habían emitido 2,337,905 cuentas de tarjetas de crédito en toda la geografía nacional. De acuerdo a los mismos datos, el ingreso por tarjeta de crédito en sectores económicos como enseñanza, hoteles, bares y restaurantes llega a representar hasta un 60% de su total general de ingresos. Expertos consultados en distintos momentos y escenarios sostienen que luego del efectivo, la tarjeta de crédito es el medio de pago más utilizado por el común de los dominicanos, con un monto transado anualmente de RD$180,000 millones y financiamientos que rondan los RD$22,000 millones. “Pero no todo el mundo sabe usar una tarjeta”, dice Ramona Encarnación, dueña de un pequeño negocio de venta de comida, a la que el uso de ese instrumento le ha funcionado muy bien.