Un grupo de jóvenes dirigentes y militantes del Partido Revolucionario Dominicano protestó en demanda de que su presidente Miguel Vargas Maldonado sea expulsado de las filas del partido blanco, tras considerar que violó los principios de esa organización.
Los manifestantes se apostaron en el parqueo del local principal del PRD con pancartas en manos exigiendo a Miguel Vargas que renuncie o de lo contrario ellos lo sacarían.
Por la situación, la seguridad de la Casa Nacional fue reforzada con varios hombres armados, quienes mantenían las puertas del local cerradas impidiendo que los manifestantes penetren al interior.