El 63% de los niños y adolescentes de República Dominicana vive en áreas urbanas, la mayoría en condición de pobreza, indica un estudio de Unicef.El Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia (Unicef) advierte que el 62% de los hogares urbanos vive en situación de pobreza afectando fundamentalmente a la población infantil, sobre todo al grupo de 0 a 5 años, en el que esa condición alcanza al 20%.
En el Estado Mundial de la Infancia 2012, titulado “Niños y niñas en un Mundo urbano”, se destaca que muchos pequeños se ven obligados a trabajar en condiciones de peligro y explotación y una gran cantidad afronta constantemente la amenaza del desalojo, a pesar de vivir en condiciones verdaderamente deplorables como viviendas destartaladas y en asentamientos superpoblados altamente vulnerables a los desastres.
Entre las cifras mundiales que ofrece el informe está que uno de cada tres habitantes vive hoy en un barrio de tugurios o cuartuchos y se proyecta que para el año 2,050, el 70% de todos los seres humanos residirá en las zonas urbanas.
Indica, además, que la República Dominicana ocupa el sexto lugar entre los países de América Latina y el Caribe que más niños menores de cinco años mueren, con una tasa de 27infantes por cada mil nacidos vivos. El país se posiciona en la casilla 81, de 193 países, la misma posición que ocupan Nicaragua y Trinidad y Tobago. Por encima se encuentran Haití, Bolivia, Guatemala, Suriname y Guyana.
Más de un tercio de los nacimientos que tiene lugar en las zonas urbanas del mundo entero dejan de asentarse en los registros civiles.
En el país, según Enhogar 2009, el 20% de los niños entre 0 y 5 años no cuenta con acta de nacimiento.
Unicef aboga por más atención para los niños
En un apartado que refleja los indicadores económicos el informe indica que el 4% de la población dominicana (375,152 personas) se encuentra por debajo de la línea internacional de pobreza, sobrevive con 1.25 dólares al día.
Unicef llama a la equidad y exhorta a dar prioridad a los niños menos favorecidos dondequiera que vivan. También a que los gobiernos prioricen a los niños en sus planificaciones.
