El poder de la escasez

Cuando en un mercado hay más compradores potenciales que producto disponible, los economistas hablan de exceso de demanda y del “poder de la escasez”: cuanto más escaso es algo, más valor tiene. Es por esto que cuando un pintor muere, sus cuadros&#

Cuando en un mercado hay más compradores potenciales que producto disponible, los economistas hablan de exceso de demanda y del “poder de la escasez”: cuanto más escaso es algo, más valor tiene. Es por esto que cuando un pintor muere, sus cuadros aumentan de precio: de repente su obra se vuelve única e irrepetible.

El fenómeno inverso también existe: demasiado de un producto disminuye su valor. A esto se le llama “exceso de oferta”, y se refleja en los frecuentes especiales, a través de los cuales el comerciante “sale de lo que sobra”.

Los seres humanos somos también una especie de producto en el mercado laboral. En este mercado se nos contrata y se nos paga por nuestra valía en relación a los demás candidatos. Mientras más personas haya con nuestra misma capacidad y disposición, menos valemos. Y mientras más escasos somos, mejor se nos paga.

Por esta razón, Ronaldo gana lo que gana. Podrán muchos jugar al fútbol, pero los que logran hacerlo como Ronaldo son super escasos. Los barrenderos ganan poco por circunstancias opuestas: cualquiera barre, y para colmo hay demasiadas personas que no saben hacer otra cosa más que barrer. Los barrenderos sobran; los Ronaldos faltan.

Este fenómeno, mucho más que el racismo, hace comprensible el rechazo a los inmigrantes. Los que emigran salen ganando aunque se les pague menos que a los locales. Como si no fuera poca la competencia interna, los trabajadores domésticos deben entonces lidiar con los que llegan de fuera.

Desafortunadamente para los seres humanos, empeñados como estamos en reproducirnos sin control, el mundo económico (ése que nos paga para poder vivir) valora lo escaso. Así pues, si queremos que se nos calcule, no nos queda más remedio que volvernos escasos.

Preguntarnos continuamente ¿en qué nos diferenciamos, qué tenemos que no tienen los demás? Porque ésa es la gran pregunta que se hace el que nos entrevista para contratarnos. Y ésa es la gran pregunta que deberían hacerse los jóvenes cuando se lanzan a la conquista del mundo. Para que ese mundo los necesite para algo ¡Y no terminen sobrando!

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