Para algunas personas en nuestro país, es sorprendente ver cómo la popularidad del presidente Danilo Medina se mantiene actualmente por encima de un 80% de aceptación. Y más aún, que con tan sólo ocho meses en el poder se haya convertido en el segundo presidente de América mejor valorado, con un 89% de popularidad.
De acuerdo con una investigacion realizada por la firma consultora mexicana Mitofsky, el presidente dominicano está mejor valorado que presidentes como Barack Obama de Estados Unidos, Enrique Peña Nieto de México, Dilma Roussef de Brasil, Pepe Mujica de Uruguay, Juan Manuel Santos de Colombia, Daniel Ortega de Nicaragua, Cristina Fernández de Argentina, y muchos otros más. Danilo se encuentra tan sólo a un punto porcentual por debajo del número uno, que es el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien tiene un 90%.
Esta es una situación que nos llena de orgullo a todos los dominicanos y dominicanas pues muestra a Danilo Medina en su condición de estadista diferente, que está trabajando en el camino que la población quería cuando lo eligió presidente. Para nosotros, de manera particular, eso no es una sorpresa, es una confirmación de lo que siempre decíamos que él sería como presidente.
En las más de 100 charlas que sobre Danilo Medina dimos durante la campaña electoral en todo el territorio nacional y en el exterior junto con mi hermano Julio Martínez Pozo, en una de las cosas que más insistíamos era que Danilo cumpliría sus promesas de campaña y que su programa de gobierno era el que más se correspondía con el nuevo modelo de desarrollo que necesita la nación dominicana. Y así ha sido. Los que conocemos a Danilo sabemos muy bien que su único interés como líder político es servirle a la nación y ayudar a los más necesitados.
Danilo ha roto los esquemas tradicionales de gobernar. Su humildad personal, el rompimiento de la visión mesiánica de los símbolos del poder, su puntualidad, su respeto por los demás, su gran entrega al trabajo y su cercanía permanente con la población en las visitas cada domingo a un sector pobre para ayudarle, son elementos que explican por qué Danilo se encuentra en un nivel tan elevado de popularidad. A esto se unen medidas tan contundentes como darle el 4% a la educación, desarrollar un Plan de Alfabetización, facilitar recursos para las Pymes, rehabilitar el sector agropecuario, transparentar el ejercicio estatal con sorteos y concursos claros de obras en educación y otras áreas como la construcción de más de 200 estancias infantiles. Danilo Medina está construyendo una nueva y diferente forma de gobernar en la República Dominicana y se está convirtiendo en un gran referente histórico para todos los que le sucederán en el ejercicio del poder. ¡Gracias a Dios!
