Si por pedir fuera, y los dejaran, los partidos que irán aliados al PLD a las próximas elecciones quisieran que existan más de una presidencia y vicepresidencia de la república, el doble de las diputaciones y senadurías, y talvez el triple de las alcaldías, vicealcaldías, direcciones y vocalías de distritos municipales. Además, si se dan por ciertos los niveles de aceptación y simpatías que dicen tener los actuales incumbentes de esas mismas posiciones, nadie baja de un 65 por ciento. Y lo grande es que hasta ellos mismos se lo creen, aunque –como el caso de un alcalde perredeísta que quiere la reelección y la busca como gato boca arriba (“sin insinuaciones, compañeros”)- no hay encuesta seria que “lo ayude” a sobrepasar la cota del 12 por ciento en su demarcación, no importa que la inflen con chicharrones. El(os) caso(s) es(on) es que todos quieren seguir subidos en el palo, rechazan dar su brazo o aspiraciones a torcer, y tienen un gardeo a presión con los negociadores de alianzas que eso manda madre. Mientras tanto, el conteo regresivo prosigue su agitado curso…
Triunfalismos
Los triunfalismos no son buenos consejeros en política, y sobran los ejemplos de proyectos y causas que se han ido a la porra por el triunfalismo que ha afectado a sus promotores. Mi viejo, fallecido el año pasado pero que acumuló una larga experiencia política en el trajín partidario, solía repetir que “en política hay que tener la cabeza fría y el corazón caliente”. Nada más cierto. La realidad de hoy hay que asumirla así mismo: para hoy, porque mañana… todo podría ser diferente. Ojo con eso…
Conape
El bulto es un oficio que va ganando adeptos fuertemente en nuestro medio. Basta con ver el anuncio de que brigadas del Conape “patrullarían” las calles en el paso de tormentas como Érika u otras para “proteger y auxiliar” a los envejecientes. Una pregunta tonta para el lector: ¿Sabe usted lo que es eso que llaman Conape? Ya les diremos…
