Posibles cambios al Código laboral dan pie a debate cerrado

Tanto el sector sindical como el patronal fijaron sus posiciones ante la posibilidad de una reforma consensuada del Código de Trabajo propugnada por los empresarios.

Tanto el sector sindical como el patronal fijaron sus posiciones ante la posibilidad de una reforma consensuada del Código de Trabajo propugnada por los empresarios.Rafael “Pepe” Abreu, presidente de la Central Nacional de Unidad Sindical (CNUS), se mostró categóricamente en contra de cualquier modificación al actual código, destacando a su vez que el camino a seguir es hacer valer la ley vigente y no plantear cambios. “Todo el que no es ingenuo sabe que el empresariado quiere modificar el código para disminuir beneficios. No va a dar más prestaciones, no va a dar mejores horarios, no va a dar mejores reivindicaciones desde el punto de vista salarial, no va a plantear mayor agilidad en los propios procesos judiciales. El empresariado quiere, alegando que en este país hay costos laborales altos, desregular lo que está regulado”.

Calificó de “pendiente peligrosa” la posición del ministro de Trabajo, aunque no considera que sus intenciones sean malas. Duda, sin embargo, de los dirigentes empresariales, a quienes acusó de querer hacer “una especie de picadillo” con el código vigente. Considera “imprudente” plantear una reforma y rechaza de plano todo lo que huela a modificación de la ley, en vigor desde 1992.

Los argumentos de los patronos

De su lado, Jaime González, presidente de la Confederación Patronal de la República Dominicana (Copardom), saludó la apertura a una posible modificación por parte del ministro de Trabajo, a la vez que puntualizó que los empresarios no tienen interés de quitar ningún beneficio ya adquirido por los empleados, sino actualizar el código para enfrentar realidades que no contemplaba cuando fue creado, y al que definió como “hermético”.

“La posición nuestra coincide con la de Domínguez Brito de que el país ha cambiado. La reforma que estamos solicitando, primero, no es una reforma integral. Segundo es una reforma de puntos específicos, tanto del sector empleador como de algunos puntos del sector trabajador.

Se trata de sentarnos en una mesa, de verlo como país, porque este código ya está quedándose atrás en el contexto que vive el país, inclusive para ser competitivos con países del área, para la atracción de inversionistas”, señaló el empresario.

Los patronos se muestran conciliadores: “El sector empresarial tiene mucha esperanza de que a corto plazo podamos llevar esto a un feliz término. Hemos insistido: los derechos adquiridos de los trabajadores no serán tocados, no hay forma de tocarlos, esa es nuestra posición.”, dijo.

Ministro de Trabajo abre la puerta al consenso

Domínguez Brito abrió el debate durante el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio, donde mencionó lo que considera cambios necesarios en la ley de trabajo: “Es fundamental que los procesos sean más ágiles y transparentes, que evitemos el abuso de derechos y las mafias de abogados, las compras de casos y la burocratización del sistema; hay que mejorar los mecanismos de conciliación y abordar el tema de la libertad sindical”.

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