Práctica abominable

Ante las complejas y cambiantes realidades del mundo moderno, que incluyen grandes oportunidades, pero también peligros y desafíos, la mujer dominicana necesita recibir niveles efectivos de orientación y apoyo, más allá de la retórica infunciona

Ante las complejas y cambiantes realidades del mundo moderno, que incluyen grandes oportunidades, pero también peligros y desafíos, la mujer dominicana necesita recibir niveles efectivos de orientación y apoyo, más allá de la retórica infuncional de algunas instituciones oficiales.

Si bien en este momento gran parte de la atención en el tema femenino está enfocada en su seguridad en el ámbito familiar, dado el índice creciente de mujeres maltratadas o asesinadas por sus compañeros sentimentales, es obvio que se requiere una política de protección más integral y visionaria.

Por ejemplo, salvo acciones esporádicas de las autoridades, algunas de las cuales suelen producirse a raíz de denuncias de prensa para luego esfumarse, poco se hace para evitar que las mujeres sean objeto de explotación sexual o laboral, tanto en el país como en el exterior.

Un reciente informe ofrecido por el Ministerio de Relaciones Exteriores vino a subrayar la gravedad de un viejo problema que nunca ha sido enfrentado de forma seria y contundente: el caso de las dominicanas que redes organizadas llevan al extranjero para obligarlas a realizar distintas faenas.

Algunas son engañadas con promesas de tareas dignas bien pagadas y otras, aunque pueden estar conscientes de que ejercerán la prostitución, también sufren extorsiones y abusos, ya que les retienen sus pasaportes y parte del dinero que producen, además de ser forzadas a trabajar bajo una situación de virtual secuestro.

Como se trata de un asunto complicado por su naturaleza, tiene que ser abordado desde diferentes vertientes. De forma preventiva, la mujer necesita recibir mayor orientación a través de entidades públicas y privadas para que no se deje deslumbrar por ofertas que culminan generalmente en frustraciones.

Además, es necesario crear más oportunidades de educación y empleo para el sector femenino y, en la parte reactiva, a las autoridades y particularmente a la Justicia, les compete desplegar un papel más activo en la persecución y castigo de quienes se dedican a la abominable práctica de la trata de personas.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas