Lo importante en materia constitucional no es en cuánto tiempo sale un fallo, sino cuanto se contribuya a frenar la arbitrariedad, el abuso de poder, y el irrespeto a la constitución.Así lo afirmó ayer el presidente del Tribunal Constitucional (TC) Milton Ray Guevara en su rendición de cuentas, tras un año de trabajo.
En tono enérgico y pronunciación firme, el magistrado mencionó 17 decisiones tomadas por el alto tribunal que han modificado leyes, eliminan artículos de códigos y, entre otras cosas, marcan un límite a la implementación de reglas en instituciones públicas, creando jurisprudencia.
Al cerrar el año 2012, el TC tuvo una carga de 637 expedientes, de estos 268 fueron heredados de la Suprema Corte de Justicia y 369 recibidos de manera directa. El pasado año se fallaron 104 expedientes y en las primeras semanas de 2013 se publicaron cinco decisiones más.
“Nos comprometemos ante el país a mejorar el número de sentencias este año, y la incorporación de los letrados escogidos por concurso para enriquecer el proceso de adopción de fallos”, puntualizó Guevara.
El magistrado no podía dejar pasar la ocasión sin, jocosamente, recordar las vicisitudes y el peregrinar urbano del organismo. Aprovechó para anunciar que por disposición del presidente Danilo Medina, se remodelará para su uso la segunda planta del Instituto Nacional de Estabilización de Precios (Inespre), que es su sede provisional.
Resaltó que luego de ser juramentados como jueces de la alta corte solo le entregaron una constitución para trabajar pero ahora, pese a las precariedades, el TC a desarrollado una política de cero papel y tiene como meta “un escritorio virtual, expedientes electrónicos y firmas digitales”.
El presidente del TC resaltó el compromiso del órgano con la enseñanza de la Constitución, la capacitación del personal y las relaciones internacionales.
Además de la audiencia solemne, el TC realizó una misa y entregó una ofrenda floral en el Altar de la Patria.
