Presentación
La siguiente presentación fue hecha por Mons. Nicanor Peña, Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano:
“La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) decidió en su LIII Asamblea Ordinaria, julio 2015, recoger en volúmenes separados temáticas específicas de su amplio y abundante magisterio. Comenzaremos con las enseñanzas de los primeros 60 años de su existencia, 1955-2015.
En el contexto del Primer Congreso de “Laicas y Laicos Católicos en la Vida Pública” y su temática general “Puntos Fundamentales de la Moral Política”, organizado por la Universidad Católica Santo Domingo y el Grupo Santo Tomás Moro, ofrecemos este primer volumen, que hemos titulado “Principios del Buen Gobernar”, título tomado literalmente de la Carta Pastoral de la CED del 21 de enero 1990.
En él recogemos los siguientes temas:
• Gobierno
• Política
• Participación de laicas y laicos católicas en la vida pública.
Son ofrecidos dichos temas literalmente, sin comentario alguno, tal y como fueron enseñados por la CED, citando en cada caso la Carta Pastoral o Mensaje en donde aparecen.
La recopilación fue hecha por Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio, Arzobispo Emérito, a quien hemos confiado la responsabilidad inmediata de la publicación de esta serie.”
Sobre el Gobierno
Del primero de los tres grandes temas traídos en esta publicación, es decir el referido al Gobierno, voy a ofrecer precisamente ahora la temática específica que da el título a todo el volumen: “Principios del Buen Gobernar”. Son dieciocho Principios enunciados como tales en las siguientes cuatro cartas pastorales y Mensajes de la Conferencia del Episcopado dominicano, que van del 1986 al 2004:
a) Mensaje sobre las próximas elecciones, 3 de mayo 1986.
b) Carta Pastoral “Sin sociedad viva, articulada y orgánica no hay Nación ni Estado, 21 de enero de 1990.
c) Consejo Permanente de la CED, Mensaje antes de las elecciones presidenciales, 26 de enero de 1994.
d) Mensaje “Hagamos unas elecciones intachables” 19 abril de 2004.
El punto de partida es el texto de 1986, en el que se recogen ocho principios, que se repiten en los otros tres documentos, con algunas pequeñas variantes, que anotaremos en cada caso. Estos mismos enriquecen estos primeros ocho principios con diez más, pero simplemente solo son enunciados, no tan desarrollados como aquellos de 1986. En cada principio pondremos las fechas o fecha en la que fue enunciado.
El presente texto me sirvió de base para mi ponencia sobre el mismo tema en el Primer Congreso “Laicas y Laicos católicos en la Vida Pública”, con el tema general concreto de “Puntos Fundamentales de la Moral Política”, organizado por la Universidad Católica Santo Domingo y el Grupo Santo Tomás Moro, los días 22 y 23 de octubre 2015.
Dieciocho principios del buen gobernar
1.- Gobernar es servir.
“Gobernar es servir honesta y
eficazmente” (1990)
“Gobernar es servir honesta,
competente y eficientemente”
(1994 y 2004)
Un gobierno será siempre tanto mejor cuanto más mejores servicios ofrezca y ofrecerá tantos más y mejores servicios cuento más servidores sean sus gobernantes. La avaricia, la ambición de poder y el orgullo son los peores enemigos del Gobernante.
2.- Gobernar es exigir, promover y
defender el Bien Común. (1986 y 1990)
“Gobernar es promover, defender y
exigir el bien común” (1994 y 2004)
Por Bien Común se entiende la suma de aquellas condiciones de vida social con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones pueden lograr, con mayor plenitud y facilidad, su propia perfección. El Bien Común abarca todo el hombre, es decir tanto las exigencias del cuerpo como las del espíritu.
Sin una sabia y decidida acción del Poder Público en esta línea surgirán y crecerán las injustas desigualdades y desequilibrios, la paz huirá de la nación y la ruina nos amenazará sin remedio. Una política de Bien Común exige necesariamente que el desarrollo económico y el progreso social y la cultura avancen armónicamente y que tal avance sea simultánea en la cuidad y en el campo.
3.- Gobernar es promover y defender los derechos humanos de todos. (1986)
“Es promover y defender los derechos humanos, especialmente los políticos sociales y religiosos de todos (1990)
Gravísimo sería que la autoridad pública permitiese que uno solo de los derechos humanos fuese pisoteado impunemente en una nación, pero mucho más grave aún es que sea ella misma la que, traicionando su función y abusando del poder que le ha sido conferido, lesione esporádica o sistemáticamente los derechos de la persona o de los grupos sociales.
Es deber ineludible del buen gobernante armonizar y regular los derechos de cada uno de tal modo que la promoción y ejercicio de los derechos de unos no impidan la promoción y ejercicio de los derechos de los demás.
4.- Gobernar es proteger los recursos naturales de los ataques despiadados del egoísmo irracional del hombre (1986).
“Proteger los recursos naturales de los ataques despiadados del ser humano” (1990 y 1994).
“Proteger los recursos naturales de los ataques del egoísmo irracional” (2004).
De acuerdo al plan de Dios, el hombre debe ser respecto a la Naturaleza –Suelo, ríos, atmósfera, plantas, árboles y animales- administrador fiel y custodio diligente y de ninguna manera agresor y destructor sistemático e irresponsable.
5.- Gobernar es estimular y coordinar, prever y planificar (1986 y 1990).
Cuantas más y mejores sean las iniciativas de los individuos y de los grupos, mayores serán las esperanzas y garantías del desarrollo necesario y progresivo.
Estimularlas es sabiduría y deber del gobernante. Recortarlas o impedirlas es entorpecer o suprimir el resorte más natural e insustituible de la producción. No coordinarlas, por otro lado, será crear el caos o el desequilibrio social.
No prever es enredarse en dificultades continuas que pudieran haber sido atajadas o aminoradas a su tiempo. Por ello, la eficacia del Poder Público en el campo económico y social depende de la planificación que debe ocupar un lugar destacado en la gestión gubernativa. Necesaria de ella para sus decisiones el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo.
6.- Gobernar en un régimen democrático es respetarse mutuamente los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial y buscar a una responsablemente. Desde la función específica propia, el bien de la Nación.
Los Jueces deben ser especialmente independientes. El Poder Ejecutivo no debe ser paralizado en su acción por el Poder Legislativo, en virtud de intereses malsanos o partidistas (1986 y 1990).
“Respetar el Poder Legislativo y el Poder Judicial” (2000 y 2004).
7.- Gobernar es promover y defender la estabilidad necesaria de la administración (1986).
La posibilidad y costumbre de todo nuevo Presidente de substituir gran número de funcionarios precedentes por personas de su confianza o de su partido es un grave error de lamentables consecuencias. Los responsables de los servicios públicos deben de ser escogidos de acuerdo a su competencia, honestidad y responsabilidad y no de acuerdo a sus ideas y sentimientos partidistas.
8.- Gobernar es respetar la legítima libertad y castigar el libertinaje (1986 y 1990)
“Respetar, promover y defender la legítima libertad y castigar toda clase de libertinaje” (1994 y 2000).
Sin libertades legítimas no habrá dignidad personal ni nacional; ni orden verdadero; ni paz estable. La salvaguardia, sin embargo, de la verdadera libertad exige la persecución del libertinaje por medio de una legislación severa y castigos adecuados.
9.- Distribuir bienes, beneficios, servicios y responsabilidades con justicia y equidad (1990, 1994 y 2000).
10.- Preocuparse esencialmente de los mas débiles y necesitados (1990 y 1994).
11.- Promover y defender los derechos humanos (1994 y 2000).
12.- Asegurar y vigilar los servicios básicos (1994 y 2000).
13.- Promover y defender las asociaciones intermedias entre el Estado y las personas (1994 y 2000).
14.- Mantener en un mundo crecientemente intercomunicado fructíferas relaciones internacionales (1994 y 2000).
15.- Perseguir severamente la corrupción en todas sus modalidades (1994 y 2000).
16.- Vigilar la economía nacional y trazar las políticas necesarias y adecuadas (1994 y 2000).
17.- Contar en todo momento realísticamente con los recursos disponibles y con las posibilidades y limitaciones, virtudes y defectos de nuestro pueblo (1994 y 2000).
18.- Distribuir con sabiduría y justicia los recursos disponibles (2000).
Deliberada o intuitivamente, la inmensa mayoría de los dominicanos, al elegir un Presidente, lo que quieren es elegir un Presidente comprometido a gobernar así.
Una vez elegido, el respaldo o el rechazo de la nación a su gestión y a su persona lo determinarán su fidelidad o infidelidad a cuanto venimos exponiendo.
Conclusión
CERTIFICO que mi trabajo PRINCIPIOS DEL BUEN GOBERNAR está tomado del libro sobre el mismo tema, publicado por la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), pero lo que digo aquí no es todo ni mucho menos cuanto ella en su Magisterio enseña sobre el Gobierno y otros temas afines, tales como la Moral Política, la Persona Humana y la Justicia y el Bien Común.
DOY FE, en Santiago de los Caballeros, a los veintiún (21) días del mes de octubre del Año del Señor dos mil quince (2015).
