Productividad

El término “productividad” se utiliza en Economía para describir la contribución de un empleado a la empresa. Esta contribución determina cuánto se le paga (esto es, cuánto vale en el mercado).La productividad, o “capacidad…

El término “productividad” se utiliza en Economía para describir la contribución de un empleado a la empresa. Esta contribución determina cuánto se le paga (esto es, cuánto vale en el mercado).

La productividad, o “capacidad de aportar”, depende de algunos factores.

Uno de esos factores es el ambiente tecnológico y administrativo. No es lo mismo arar la tierra con la ayuda de un buey que con un tractor. El mismo agricultor es más o menos productivo, dependiendo de la tecnología que lo respalde.

Tampoco es lo mismo la peluquera que arregla a sus clientes en un salón sin planta eléctrica y mal administrado, que la que trabaja con equipos de primera y sin acreedores en la puerta.

Otro factor es la oferta y demanda. Mientras más escaso sea un profesional, más ganará. Por esta razón, los barrenderos ganan mucho menos que un experto cibernético: hay millones que saben barrer y muy pocos que saben inventar programas.

Y no se trata solo de “ser escaso”. El cibernético puede contribuir enormemente a las ganancias de una empresa, pero el barrendero, no. Su aporte es tan valioso que los empresarios competirán para conquistarlo. (No harían lo mismo por un experto filósofo, aunque solo hubiese dos en el planeta).

Este último factor explica muy bien el repudio general contra los inmigrantes. La mayoría de ellos viene a realizar trabajos que muchos de los nacionales hacen, disminuyendo a través del exceso de oferta su valor en el mercado.

También explica el drama general del desempleo: hay más seres humanos en el mundo que empleos donde se les necesite. Y, por supuesto, sienten que sobran.

Lo sorprendente es que no existen discursos ni políticas que los invite a “volverse escasos”. Y siguen reproduciéndose en las condiciones más insólitas: en campos de refugiados, en la miseria más extrema, en medio de guerras interminables…

El control de la natalidad es un tema prácticamente inexistente. Desterrado por inmoral, incorrecto, desagradable, poco esperanzador… Un verdadero tabú para los políticos. Y sin embargo, cuán importante sería retomarlo.

Posted in Sin categoría

Más de sin-categoria

Más leídas de sin-categoria

Las Más leídas