A propósito del Día Internacional de la Tierra

Su promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día para crear una conciencia común a los problemas de la…

Su promotor, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día para crear una conciencia común a los problemas de la superpoblación, la producción de contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra.

Quizás, gracias a esta iniciativa, en la actualidad está el muy de moda el arte ambiental o Land art; término que hace referencia a un arte que suscita la conciencia sobre fragilidad de la naturaleza, que utiliza materiales reciclados y que no contribuye a la degradación del ecosistema. Su aparición se remonta a los años sesenta pero en aquel entonces se relacionaba sobre todo a la escultura, como una crítica a sus formas y a su práctica desfasada y potencialmente en desacuerdo con el medio ambiente natural.

Un review. El proyecto The Rhythms of Life (El ritmo de la vida) del artista australiano Andrew Rogers es la más grande empresa de Land art contemporáneo del mundo, la cual ha formado una cadena de esculturas de piedra en varios países, entre ellos: Israel, Chile, Bolivia, Sri Lanka, Australia, Islandia y China.

Por su parte, lo sagrado de la naturaleza es a menudo evidente en la obra Medicine Wheel (La rueda de la medicina) del artista Chris Drury, un mándala en forma de mosaico con objetos encontrados: el arte de la naturaleza como un arte de proceso, más que un arte de resultado.

Alan Sonfist, con su histórica escultura Time Landscape, propuesta a la ciudad de Nueva York en 1965, presentó la idea ecologista clave de hacer regresar la naturaleza al medio ambiente urbano. Sonfist ha propuesto una red de semejantes lugares por toda el área metropolitana, como una forma de concienciar sobre el papel clave que debe desempeñar la naturaleza en los desafíos de nuestro actual siglo.

El ejemplo más famoso de arte ambiental de finales del siglo XX fue 7.000 Oaks (7.000 robles), una protesta ecológica que presentó Joseph Beuys en Documenta (1982). En ella, el artista subrayó la condición del medio ambiente intentando reforestar áreas contaminadas y dañadas con 7.000 robles.

No era su intención. A pesar de su mérito estético, la celebrada escultura del artista Robert Smithson, Spiral Jetty (1969) implicó un daño permanente y considerable al paisaje en el que trabajó. El paisaje se convirtió en una forma de campo de residuos, ya que Smithson utilizó un bulldozer para raspar y cortar el paisaje, afectando al lago. El arte se convertía entonces en otra forma de contaminación del medio ambiente.

En la mira. Un artista que ha sido objeto de crítica es el escultor europeo Christo, al envolver temporalmente la costa de Little Bay, al sur de Sídney, Australia, en 1969. Los ecologistas locales protestaron argumentando que la obra era ecológicamente irresponsable y afectaba al medio ambiente local de manera negativa, especialmente a los pájaros que tenían nidos en los acantilados envueltos. Esto llevó a que los artistas contemporáneos de la región se replantearan las inclinaciones del Art Land y el arte para un lugar específico.

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