Puerto Rico amplía racionamiento de agua debido a sequía

SAN JUAN, Puerto Rico (AP) — El gobierno de Puerto Rico ampliará el racionamiento de agua en varios municipios, incluida la capital, debido al recrudecimiento de la sequía que afecta a algunas zonas del Caribe y que mantiene en…

SAN JUAN, Puerto Rico (AP) — El gobierno de Puerto Rico ampliará el racionamiento de agua en varios municipios, incluida la capital, debido al recrudecimiento de la sequía que afecta a algunas zonas del Caribe y que mantiene en descenso el principal embalse de la isla.

Alberto Lázaro, presidente de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, detalló el domingo en conferencia de prensa que a partir del 10 de junio los cinco municipios que reciben el suministro de agua de la presa de Carraízo, ubicada al sur de San Juan, sólo tendrán el servicio uno de cada tres días.

El programa de racionamiento, que ya había comenzado de manera moderada a mediados de mayo, se extenderá hasta que el embalse comience a subir su nivel.

Lázaro recordó, citado por un comunicado de la institución, que «los pronósticos de lluvia para el verano son muy bajos», por lo que no se esperan fuertes precipitaciones para los próximos meses.

El servicio de meteorología local ha comparado la sequía que afecta a la isla con la ocurrida en 1994 debido al fenómeno «El Niño».

El racionamiento se inició en mayo con cortes del suministro cada 24 horas y afectaba a más de 640.000 personas en los municipios norteños de San Juan, Trujillo Alto, Canóvanas, Carolina y Gurabo.

Además de extender a dos de cada tres días el tiempo que los residentes pasarán sin agua, otros sectores de Carolina que aún no eran afectados serán incluidos en el racionamiento.

El Monitor de Sequía de Estados Unidos determinó esta semana que existe «sequía severa» en la zona de la cuenca de la presa de Carraízo, mientras más del 29% de la isla se encuentra en «sequía moderada».

En la vecina República Dominicana, las autoridades racionaron el agua durante mayo en más de 800 barrios debido la sequía y al bajo de nivel de las presas. La falta de lluvias ayudó a la propagación de incendios forestales que destruyeron cerca de 1.260 hectáreas de bosques, según las autoridades medioambientales.

 

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