La frecuencia cardiaca mide la cantidad de latidos del corazón por minutos. La principal estructura que marca este ritmo es el nodo sinusal, considerado nuestro marcapasos natural; se encuentra en la aurícula derecha, justo debajo de la desembocadura de la vena cava superior. Más abajo está el nodo aurículo ventricular.
Los latidos van entre 60 y 100 por minuto. Por debajo de estos valores se considera un ritmo lento o bradicardia. Y sobre los 100, un ritmo rápido o taquicardia.
La degeneración de las células responsables de marcar el pulso provocan un ritmo lento, frecuente en personas mayores. Sin embargo, se pueden presentar defectos congénitos que al nacimiento o a temprana edad desencadenan esta condición. Es entonces cuando se puede dar un bloqueo aurículo ventricular completo. Medicamentos mal administrados también reducen la frecuencia cardiaca, así como problemas hormonales, por ejemplo, el hipotiroidismo. Para su tratamiento está el implante de un marcapasos definitivo o transitorio, dispositivo que llevará la frecuencia a su normalidad.
En cuanto al ritmo rápido, la causa es variable y muchas veces compromete la estabilidad hemodinámica del paciente (anemia, por ejemplo), el embarazo, así como problemas congénitos.
En los últimos años, la electrofisiología, subespecialidad de la cardiología, ha avanzado a pasos gigantescos, sirviendo de mucha ayuda y cura para este tipo de ritmo, rápido, mediante la detección del foco arritmogénico y luego la ablación de éste, curando así la patología en un 100%.
Efectos. Muchos son los órganos que se ven afectados directamente por un ritmo lento o rápido, entre ellos el riñón y el cerebro; ambos dependen de la presión arterial, que si está alterada puede desencadenar problemas, muchas veces irreversibles si no se actúa a tiempo. Lamentablemente, muchas veces el primer síntoma de una patología cardiaca eléctrica es la muerte súbita, por eso se debe acudir al especialista del corazón sin distinción de edad y sexo, ya que con un simple electrocardiograma y un extenso interrogatorio se puede llegar a un diagnóstico fino que muchas veces pasan por alto médicos generales o internistas. De ahí su importacia.
Cómo tomar el pulso En casa
La ventaja de medir el pulso sanguíneo es que resulta un chequeo fácil de realizar porque no necesita ninguna indumentaria y no es invasivo. Se puede medir en tres zonas del cuerpo: el cuello, la muñeca y la ingle. En todas debe ser el mismo, de lo contrario, significa que una arteria no funciona.
• Cuello: coloque el dedo índice y el mayor en la arteria carótida; cuando se palpa debe sentirse
el latido.
• Muñeca: en la parte externa, donde está la arteria radial, repetir el proceso anterior.
• Ingle: al palpar la arteria femoral, con los mismos dedos, se debe sentir una contracción.
